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Los equipos de investigación de la Universidad de Cádiz (UCA), la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) y la Universidad de Sevilla (US), en colaboración con el Instituto Catalán de Investigación del Agua (ICRA), han detectado la presencia de genes más resistentes a antibióticos en especies de aves en espacios más humanizados.
La investigadora de la UCA y autora principal del estudio, Dayana Jarma, ha explicado que "se ha encontrado que las gaviotas sombría y las cigüeñas blancas portan una mayor resistencia a antibióticos que los gansos y las grullas comunes".
"La resistencia a antibióticos es un fenómeno común en las bacterias, pero la tasa con la que se produce es mucho mayor ahora, y poco se sabe sobre cómo evoluciona en la fauna silvestre", ha indicado la investigadora.
También se ha testeado la diversidad microbiana de las heces, para detectar géneros y especies que pueden convertirse en agentes infecciosos. "Al coincidir ambos factores, genes inmunes a antibióticos y potenciales patógenos para el ser humano, el riesgo que representan para la salud se incrementa", ha añadido Jarma.
"El problema no está en las aves sino en el mal uso y abuso que se está haciendo de los antibióticos". "Estos resultados sugieren que la exposición de la fauna silvestre a las aguas residuales --donde hay residuos de antibióticos en abundancia-- facilita que se adquieran dichas resistencias", ha apostillado.
La investigación profundiza en los mecanismos de diseminación de resistencia a antibióticos en el ambiente. Jarma ha explicado que "confirma que las aves migratorias estudiadas son vehículos de diseminación de bacterias patógenas, muchas resistentes a antibióticos".
Fuentes de resistencia
En estos momentos, el equipo investiga si la resistencia a antibióticos en la gaviota sombría varía entre diferentes hábitats y el por qué de estas variaciones. Así, estudiarán la resistencia de las bacterias que porta este ave en humedales, playas o vertederos. Así los expertos detectarán fuentes de resistencia, lugares donde existen más bacterias resistentes a antibióticos y dónde hay una mayor proporción de genes de resistencia.
El objetivo es analizar la comunidad bacteriana presente en los hábitats donde el ave descansa o se alimenta mediante técnicas de biología molecular.