Javier Anula
Sociedad
Las rotondas holandesas llegan a España: así hay que circular por ellas
Javier Anula
Foto: Big Stock / Europa Press
Domingo 22 de mayo de 2022
ACTUALIZADO : Domingo 22 de mayo de 2022 a las 8:21 H
5 minutos
Algunas ciudades españolas ya han comenzado a instalar este tipo de glorietas
Las rotondas normales, las miniglorietas, las glorietas dobles, las turborrotondas y ahora... las denominadas rotondas holandesas han llegado a España para quedarse. Aún no son muy conocidas en nuestro país, solo se han instalado en unas pocas ciudades de nuestro territorio.
Muy comunes en otros países con mayor tradición ciclista como son Países Bajos, Bélgica, Francia o Reino Unido, las rotondas holandesas sirven para ordenar el tráfico en los cruces pero salvaguardando la seguridad de los ciclistas que transiten por ellas.
Estas glorietas funcionan como una rotonda normal pero incluyen en su arco exterior un carril específico para las bicicletas, generalmente delimitado por un suelo con distinta coloración que el resto de la calzada (normalmente de tono rojizo) y que tiene prioridad sobre el resto de los vehículos.
El auge de los vehículos de movilidad personal (VMP) como los patinetes eléctricos y las bicicletas también ha supuesto un importante impulso para la puesta en marcha de las primeras rotondas holandesas en nuestras carreteras. Sin embargo, al tratarse de un sistema relativamente novedoso, son muchos los conductores que aún desconocen cómo deben circular correctamente por estas intersecciones. Por ello, desde 65YMÁS despejamos todas las dudas relacionadas con esta cuestión.
Cómo circular por una rotonda holandesa
La rotonda holandesa está pensada para las ciudades que quieren darle importancia al transporte sostenible, con especial atención a las bicicletas, que son el vehículo más débil dentro de la pirámide. Por este motivo, algunas ciudades españolas han comenzado a instalar estas rotondas, como es el caso de Bilbao. El principal objetivo detrás de este tipo de rotondas es mejorar la fluidez y la seguridad de las zonas por las que circulan de manera habitual los ciclistas.
El funcionamiento de las rotondas holandesas es bastante similar al de una rotonda convencional. La principal diferencia entre ambas tiene que ver con la existencia de un carril específico para bicicletas en su arco exterior. Se trata de un carril señalizado y exclusivo para bicicletas. "Las normas para circular son las mismas que para cualquier rotonda, aunque en este carril, la prioridad es de las bicicletas", explica la Dirección General de Tráfico (DGT).
Con el argumento de la DGT queda claro que los ciclistas tienen prioridad sobre los coches. Es decir, cualquier vehículo motorizado que vaya a entrar o salir de una rotonda de este tipo, tendrá la obligación de ceder el paso a las bicicletas que circulen por el perímetro delimitado. Por lo demás, las condiciones de circulación son idénticas a las de cualquier glorieta: los conductores deben ceder el paso a los vehículos que ya se encuentran dentro de ella y una vez en su interior hay que situarse en el carril más apropiado en función de la salida que se vaya a tomar. En el momento de abandonar la glorieta, deberemos situarnos con antelación en el carril exterior de la misma.
Asimismo, alrededor de las rotondas holandesas también se distinguen unos pasos de peatones especialmente señalizados para proteger también a los usuarios más vulnerables. En este caso, serán los que tendrán la mayor prioridad sobre el resto, por lo que también las bicicletas estarán obligadas a cederles el paso.
Con esta herramienta, Tráfico busca reducir el número de atropellos a ciclistas en las rotondas convencionales. Recordemos que este colectivo continúa siendo a día de hoy uno de los más vulnerables en nuestras carreteras. Para entender mejor cómo funcionan este tipo de glorietas, te dejamos un vídeo del usuario de YouTube Frank Van Caspel, en el que se pueden ver 5 minutos del tráfico circulando en un rotonda holandesa: