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El Observatorio Generación y Talento ha presentado las conclusiones del estudio Salud y Bienestar Intergeneracional en el ámbito laboral, que desvelan que los trabajadores de cuatro generaciones en España tienen problemas de salud psicológica.
El estudio, realizado con la colaboración de la Universidad Europea como socio académico, ha sido presentado en una jornada organizada por el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo de la Comunidad de Madrid. Se trata del primer estudio español que ofrece un diagnóstico global y con rigor científico sobre la salud física, psicológica, social y laboral de cada generación.
Los autores aseguran que el trabajo Salud y Bienestar Intergeneracional en el ámbito laboral permite también obtener una visión de los recursos internos y externos que tienen las cinco generaciones de trabajadores para favorecer su salud. Y también, de los programas que pueden desarrollar las empresas para mejorar la salud y bienestar de sus empleados desde su perspectiva generacional.
Asimismo, el estudio pone de manifiesto que, cuando llegó la pandemia, los trabajadores ya venían con una mochila de salud a mejorar, sobre todo con una salud psicológica deteriorada.
Cada generación vive su salud de diferente manera
El estudio asegura que la generación de los tradicionalistas se enfrenta a un nuevo desafío, que es la jubilación, y esto les genera incertidumbre. Su salud física es regular y es una generación que no ha tenido una cultura de prevención como la tienen otras.
Eso sí, la investigación indica que es una generación con una salud mental muy potente y eso tiene que ver con todas las habilidades que han ido desarrollando a lo largo de su vida. "Estamos hablando de los valores, de las tradiciones, de la sabiduría, del compromiso y también de estabilidad económica. Todo ello les aporta el suficiente equilibrio como para abordar mentalmente bien los retos vitales. Esta generación también le da muchísima importancia a la salud relacional, se apoya muchísimo en la familia y amigos", desvela el estudio.
Por su parte, la salud de los 'Baby Boomer' es, según este estudio, regular acercándose a buena. Deben mejorar los hábitos saludables, ya que comienzan los achaques y las alteraciones físicas, pero no son muy relevantes, apunta la investigación.
En lo psicológico, viven con temor su futuro laboral, lo que les genera un grado de estrés y preocupación. Muchos viven con miedo a no llegar a la jubilación. Sienten que ya no se cuenta con ellos o que no están en los retos más importantes dentro de las organizaciones; que sus carreras han dejado de progresar, y se sienten apartados.
La salud psicológica también es el escenario más preocupante de la Generación X, según Salud y Bienestar Intergeneracional en el ámbito laboral. El estrés que están viviendo tiene que ver con el ámbito laboral. Es una generación con mucha responsabilidad tanto en el ámbito profesional como en el familiar, y no saben cómo armonizar ambos escenarios, algo que les genera frustración y gran ansiedad. La falta de tiempo es su gran demanda, indica el estudio.
También les pasa factura la brecha que existe entre las expectativas y la realidad profesional, que repercute sobre la salud laboral. En cuanto a la salud social, valoran su entorno social positivamente, pero su poca disponibilidad temporal, hace que estén limitados en sus relaciones personales.
En cuanto a la Generación Y, no manifiesta problemas serios sobre su salud física, simplemente la da por supuesta. No obstante, aseguran que el estrés es su principal problema de salud, relacionándolo fundamentalmente con el entorno laboral, elevada carga de trabajo, dificultad para compaginar trabajo, desarrollo profesional y vida personal.
El concepto de equilibrio para ellos es importante, por eso, cuando el tiempo dedicado al trabajo desborda el planificado e invade el resto de su vida, se produce un desequilibrio y deriva en problemas de salud.
Los expertos ven su salud psicológica algo más debilitada que la física. "Quieren cambiar el mundo y a veces es el mundo quien les cambia a ellos. Viven con poca tolerancia las situaciones que les dificultan su avance profesional y personal, lo que les genera frustración e impaciencia, ya que quieren todo aquí y ahora", indican.
Respecto a la salud social es la más frágil de las tres. Aunque son muy inquietos en sus acciones sociales, en ocasiones chocan con sus empresas ya que no pueden canalizar sus inquietudes sociales por falta de tiempo.
Por último, el estudio percibe la salud global de la Generación Z como buena, pero con matices. Su salud física es bastante buena, no solo por su edad, sino porque potencian sus hábitos saludables y quieren alcanzar el canon físico socialmente establecido, apunta el estudio.
En cuanto a la salud psicológica está más debilitada, por su dependencia de las redes sociales, una búsqueda constante de aceptación y el vivir entornos cambiantes y de gran incertidumbre. Además, se percibe como excesiva la protección de los progenitores que, en muchas ocasiones, provoca inseguridad ante la realidad social y laboral y un desequilibrio en su interacción personal.