Los fumadores pasarán a ser grupo prioritario en la campaña de vacunación frente a la gripe de este año.
Según la última actualización del 12 de septiembre de las Recomendaciones de vacunación frente a gripe y COVID-19 en la temporada 2023-2024 en España, aprobada por la Comisión de Salud Pública, las personas mayores de cinco años y menores de 59 años que consuman tabaco –inhalado– pasarán a ser grupo prioritario junto a las personas de más de 60 años, los pacientes con patologías de riesgo, los sanitarios y trabajadores sociosanitarios, los servicios públicos esenciales y las embarazadas, entre otros. La razón: son un grupo de mayor riesgo de padecer cuadros graves por una infección.
Además, se incluye en esta campaña a la población infantil de entre 6-59 meses de edad –muchos de los cuales aún no se han enfrentado a distintas cepas del virus– y a "personas de 5-18 años de edad que reciben tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico".
Por último, otro colectivo al que se recomienda vacunar de la gripe, pero no frente a la Covid, es el de los "estudiantes en prácticas en centros sanitarios y sociosanitarios" y las "personas con exposición laboral directa a animales o a sus secreciones en granjas o explotaciones avícolas, porcinas o de visones o a fauna silvestre". En este caso, se propone su inmunización para dificultar los saltos entre especies del virus de la influenza que afectan a estos animales.
El resto de personas a los que se aconseja ponerse la vacuna este año son:
Personas de 60 años o más.
Personas de 5 años o más internas en centros de discapacidad y residencias de mayores, así como otras personas institucionalizadas de manera prolongada y residentes en instituciones cerradas.
Personas menores de 60 años de edad con diabetes mellitus y síndrome de Cushing; obesidad mórbida; enfermedades crónicas cardiovasculares, neurológicas o respiratorias, incluyendo displasia bronco-pulmonar; fibrosis quística y asma, enfermedad renal crónica y síndrome nefrótico; hemoglobinopatías y anemias o hemofilia, otros trastornos de la coagulación y trastornos hemorrágicos crónicos, así como receptores de hemoderivados y transfusiones múltiples; asplenia o disfunción esplénica grave; enfermedad hepática crónica, incluyendo alcoholismo crónico; enfermedades neuromusculares graves; inmunosupresión (incluyendo las inmunodeficiencias primarias y la originada por la infección por VIH o por fármacos, así como en los receptores de trasplantes y déficit de complemento); cáncer y hemopatías maligna; fístula de líquido cefalorraquídeo e implante coclear o en espera del mismo; enfermedad celíaca; enfermedad inflamatoria crónica; trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras.
Embarazadas en cualquier trimestre de gestación y mujeres durante el puerperio.
Personas convivientes con aquellas que tienen alto grado de inmunosupresión.
Personal de centros y establecimientos sanitarios y sociosanitarios públicos y privados (tanto sanitarios como no sanitarios).
Personas que trabajan en servicios públicos esenciales, con especial énfasis en los siguientes subgrupos: fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, con dependencia nacional, autonómica o local, así como las Fuerzas Armadas; bomberos; servicios de protección civil.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.