Vivir en comunidad no siempre es fácil, y más si tienes problemas con el estilo de vida de tus vecinos. No es la primera vez que alguno de los inquilinos de un bloque de pisos escribe un mensaje y lo cuelga en la puerta del ascensor para informar de una queja o compartir una petición.
Hace unos días, la cuenta de Twitter 'Gente Que Se Extingue Sola' publicaba una de las últimas quejas, con respuesta incluida, que se ha hecho, y que decía lo siguiente: "A mi vecina del 2°B: casi todos los días a la hora de la siesta me despierta a mi bebé de cinco meses. Lo despierta con los gritos, los 'assss', los 'me duele, los 'Dios', los 'por ahí no', los 'me corro' y esa retahíla sexual de la cual hace honor. Aquí le dejo un poco de lubricante para que la cosa sea más llevadera, y así pueda follar con menos sufrimiento y más calma. Atentamente, la vecina de 2°A. Pd: Por cierto, yo también follo y no se entera ni dios", concluye el mensaje.
La respuesta de la vecina en cuestión no ha dudado en responder a este mensaje, y su contenido no ha dejado indiferente a nadie: "Vecina del 2°A, aquí tienes tu lubricante, no lo necesito. Yo a la hora de la siesta es imposible que pueda despertarte al niño con mis gritos, ya que no estoy en casa, pues trabajo hasta las diez", comienza diciendo, lo que hace intuir que la historia no va a acabar bien.
"El que sí está a esas horas en casa es mi novio. Mejor dicho, estaba a esas horas, porque ya la siesta, el desayuno, el almuerzo, la cena y la ducha, lo hace en casa de la hija de puta de su madre. Gracias", concluye.
Gracias a la queja de su vecina, la mujer se dio cuenta de la infidelidad de su novio, y la primera ya no tiene problemas de ruido.
Como era de esperar, son muchos los comentarios que han surgido en torno a esta historia: "Vaya plot twist", "Adoro los finales felices", "'Atentamente", "gracias". La educación es fundamental. Grandes vecinas, ojalá se hayan hecho amigas" o "bueno, al menos le ayudó a descubrir que su novio es infiel", son algunas de las opiniones creadas en torno a este pequeño problema.
Otros mensajes entre vecinos
La historia de estas vecinas ha propiciado que otros usuarios compartan sus experiencias particulares: "Y luego están mis vecinos que empiezan a robar los felpudos/cambiarlos de sitio o ponerte comida en la puerta", aseguraba uno.