Para evitar sentir la llamada ‘soledad del jubilado’ la jubilación es una etapa de la vida que hay que planificar muy bien. Las empresas cada vez más ponen en marcha iniciativas para ayudar a sus empleados a punto de alcanzar este cambio de etapa. Como Reale Seguros, que ha puesto en marcha junto a SECOT una colaboración para el acompañamiento de sus empleados cercanos al retiro.
65YMÁS ha entrevistado a Manuel Marino, jubilado y voluntario en dos organizaciones sin ánimo de lucro, una que trabaja contra la soledad no deseada de las personas mayores y otra de formación y asesoramiento impartido por profesionales retirados. Manuel es, sobre todo, el mejor ejemplo de que la jubilación, no es el principio del fin de la vida, sino una segunda oportunidad para que las personas hagan todo aquello que se propongan.
PREGUNTA.- Manuel, es usted jubilado, ¿verdad? ¿cuánto tiempo hace que dejó la vida laboral?
RESPUESTA.- Si, soy jubilado, voy a hacer ahora 78 años, en seguida. Es decir, que llevo ya jubilado 13 años prácticamente.
P.- Jubilado, pero no inactivo… ¿qué hace en esta nueva etapa o segunda oportunidad?
R.-¿Qué hago ahora en la actualidad? Bueno, pues principalmente divido mi tiempo en dos actividades. Por un lado, soy voluntario en Grandes Amigos, que es una ONG en la que lo que hacemos es acompañar a personas mayores para combatir la soledad.
P.- Uno de los grandes males de nuestro tiempo y que tanto daño hace a muchos mayores
R.- Si, hace poco leía la cifra de que en Madrid hay cerca de 175.000 personas que viven solas. Entonces en esta organización, Grandes Amigos lo que hacemos sobre todo es eso, acompañamiento, estar un par de horas a la semana con ellas. Y después hay otras actividades en la misma asociación, a veces hay reuniones, al menos hay una en Navidad y otra en verano, donde nos juntamos todos. LA verdad es que la actividad es muy sencilla, pero muy necesaria, ayudarles a llevar esa soledad. A veces incluso organizamos actividades con acompañamiento, pero fuera, como por ejemplo ir a pasar el día a la sierra con ellos. En definitiva, hacerles la vida más agradable.
P.- Dedica su tiempo a las personas mayores con esta organización, y a los jóvenes y a los profesionales en otra ONG, ¿verdad?
R.- Así es, la otra actividad es la de SECOT. SECOT es una sociedad, también sin ánimo de lucro, que se dedica a formar y a asesorar a personas de toda clase y edad, emprendedores y profesionales fundamentalmente, aunque no solo eso, de una manera gratuita.
P.-¿Todos jubilados, como usted?
R.- Casi todos, te diría que el 99% de los voluntarios de SECOT somos jubilados que ponemos nuestra experiencia al servicio de la sociedad. En mi caso, bueno, pues como soy licenciado en económicas y la mayor parte de mi vida profesional la he dedicado al área de administración en la empresa privada, pues esos son los temas de los que yo me encargo. Somos cientos de profesionales en toda España y cada uno aporta su experiencia.
Y esas son las dos actividades más importantes que ahora mismo tengo asignadas, pero, después, bueno, pues se rellena el tiempo con multitud de otras cosas, de ocio, de cine, de lectura…
P.-¿Hay que planificar la jubilación?
R.- Si, sin lugar a dudas. La verdad es que el tiempo pasa tan deprisa que nos encontramos de repente con la jubilación y no sabemos qué hacer. Hay que planificar la jubilación sobre todo ahora, con la esperanza de vida que tenemos, lo normal es que, ya jubilados, pasemos 20 años, o más, y eso es un periodo muy importante de nuestra vida. Comenzamos planificando los estudios, planificamos si queremos vivir en pareja o solo, si vamos a formar o no una familia, planificamos nuestra vida profesional. Sin embargo, parece que la jubilación no, es una época que se deja aparte… o por lo menos en mi época, porque ahora sí que parece que la gente se va concienciando más. Me parece muy importante pensar qué va a hacer uno, porque hay mucho tiempo disponible para hacer muchas cosas.
P.-¿Ha supuesto para usted una segunda oportunidad? La jubilación bien planificada, ¿es una segunda oportunidad?
R.- Mira, yo aún estaba trabajando cuando en una charla se habló de eso, de la importancia de planificar la jubilación. Y se me quedó grabado y me dio que pensar, porque hasta entonces ni lo había pensado. Y a partir de escuchar esa advertencia, o ese consejo, me puse a estudiar la carrera de psicología, que la acabé estando ya jubilado. Y lo hice con la intención de actuar en ese campo, aunque luego, por otras circunstancias, no ha sido así. Pero, volviendo a tu pregunta, sí, sin lugar a dudas, la jubilación puede ser una segunda oportunidad, para mí lo ha sido.
P.-¿Hay aún muchos mitos y muchos prejuicios que derribar en torno a la jubilación?
R.- Pues sí, yo creo que sí. Sobre todo, la juventud, que tiene la idea de que el jubilado es una persona ociosa que no hace más que detraer unos recursos económicos importantes.
P.- Valentín Fuster y José Luis Sampedro hablaban en ‘La ciencia y la vida’ de una declaración oficial de inutilidad
R.- Si, y yo eso lo he experimentado, eso de considerar inútil al jubilado que decía Fuster. A veces te ofreces, yo me he ofrecido en algunas ocasiones, a empresas, por ejemplo para dar clase, que es lo que estoy haciendo ahora en SECOT, de forma altruista… y no, no quieren, te rechazan por ser mayor.
Y la sociedad no se da cuenta de la cantidad de cosas que hacen las personas mayores. Por ejemplo, sin ir más lejos, los abuelos que cuidad de sus nietos. Hay legiones de abuelos que están cuidado de sus nietos. Pues, bien, esos abuelos están permitiendo que sus hijos e hijas, sus yernos y nueras estén trabajando. Es decir, de alguna forma están en el proceso productivo. Sin lugar a dudas podemos decir que todas esas personas están produciendo, y eso no se tiene en cuenta.
Y después hay muchísimas actividades que tienen las personas jubiladas, como el trabajo que realizamos y que te estoy contando de SECOT, organización en la que estamos cientos de profesionales repartidos por toda España. Y cada vez hay más voluntariados, en la Cruz Roja, en hospitales, en prisiones… y en muchísimos otros sitios. Muchas de esas personas están activas, están aportando a la sociedad algo que no es visible, o que la gente no quiere ver. Sobre todo, la gente joven nos ve como un trasto ya fuera de la circulación.
P.- Y no sólo los jóvenes… con lo que nos ha contado que le ha pasado en el mundo empresarial…
R.- Bueno, yo entiendo que es complejo, que quizá las empresas tienen su hoja de ruta, tienen otros compromisos… pero sí que he tenido esa experiencia, querer ofrecer mi trabajo y mis conocimientos de manera totalmente altruista, como lo hacemos en SECOT, y no han querido. Me he sentido rechazado.
P.- Es una lástima, aunque no debería sorprendernos, teniendo en cuenta que las empresas se siguen deshaciendo de su talento sénior
R.- Si, las personas de más de 50 años parece que están de sobra en muchos sitios, y tienen un difícil acceso al mercado laboral. Bueno, yo creo que ahora la sociedad se está dando cuenta de que esas personas tienen una experiencia que es un lujo prescindir de ellos. Soy optimista, ya he visto anuncios de empresas que buscan personas de más de 50 años. Creo que, poco a poco, se está cambiando esa idea que se tenía de los sénior.
P.- Cuando la jubilación no es una elección, ¿es un doble problema?
R.- Sin duda, es un gran problema, esas prejubilaciones tan anticipadas que hemos visto en este país. Hay gente que a los 50 o a los 55 años se ve prejubilada. Fíjate, a esa gente le queda más de un tercio de su vida por delante… la verdad es que es un problema serio.
P.- ¿Qué es eso que llaman la ‘soledad del jubilado’?
R.- Bueno hay mucha gente que, la verdad, lo pasan mal, yo he visto compañeros. Porque estas atareado, estas en una empresa pendiente de tu trabajo habitual, del teléfono, de citas, tienes una agenda más o menos llena, y de repente, todo se acaba, nadie te llama, no entra ni un mail, desaparece esa hora de tomar el café, empiezas a echar en falta muchas cosas. Y hay gente, yo lo he visto, que lo pasan mal, que no se han acostumbrado a eso de decir, bueno, ya no tengo ninguna obligación, no tengo que ir a la oficina, no tengo una agenda como tenía antes
P.- ¿A usted le pasó, sintió esa ‘soledad’?
R.- Cada uno lo afronta de una manera y hay casos de todo tipo. A mí, personalmente, no me supuso ningún trauma. En parte, como te he dicho, porque yo me preparé de cara a la jubilación. Empecé a estudiar psicología ya antes de jubilarme, lo terminé ya retirado… y bueno, sabía que me iba a encontrar con mucho tiempo libre y ya tenía una idea de qué podía hacer, había planificado cómo aprovechar ese tiempo libre.
Mira, cuando me jubilé, me acuerdo que uno de los regalos que me hicieron fue una petanca. Y es verdad, que se tiene la idea de que jubilado es eso, una persona que juega a la petanca y cosas similares, que hace excursiones con el IMSERSO. Y bueno, pues habrá que gente que siga ese modelo, pero hay muchísima otra que lo hacemos de otra manera. Cada cual elige su modo de pasar estos años de jubilación.
P.- Está muy bien, el ocio y la actividad física… pero hay mucho más
R.- Y, sobre todo, hay tiempo para todo. Yo he estudiado, trabajo como voluntario, pero también me gusta pasear, me gusta viajar… aunque hay que tener en cuenta que, a veces, los jubilados sufren también una limitación económica. Lo que hace muchísima gente es voluntariado, cada vez más, incluso muchas empresas ya lo están fomentando y Reale es una de ellas.
P.- ¿De qué manera Reale apoya a Secot?
R.- A SECOT la forma de apoyarle las empresas es dándole una asignación económica para mantener nuestra actividad, porque, nosotros, como te decía, no cobramos nada por nuestro trabajo. Pero necesitamos empresas que nos patrocinen, como hace Reale Seguros, con la que estamos a punto de firmar un convenio, para hacer frente a los mínimos gastos generales que tenemos, el mantenimiento de la sede, el mínimo de personas fijas con las que contamos. Y a esas empresas nosotros después les devolvemos esa ayuda a través de nuestros cursos. Uno de los cursos que estamos dando es, precisamente, cómo afrontar la jubilación, que impartiremos también en Reale Seguros, para sus trabajadores.
P.- Este tipo de cursos va a ser cada vez más importante, está a punto de jubilarse la generación del baby boom
R.- Otra de las cosas que hacemos con las empresas que nos patrocinan es explicar qué hacemos en SECOT a sus trabajadores, porque a algunos de sus trabajadores, cuando se jubilen les puede interesar implicarse. SECOT tiene ya más de 30 años, pero no se conoce lo suficiente, y empresas como Reale Seguros nos permite que nos demos a conocer… intentamos siempre que haya una relación recíproca. Otra cosa muy actual que está haciendo SECOT con alguna Universidad, es que nos están pidiendo mentores para sus alumnos, para que les ayuden en su carrera.
En todo esto hay una satisfacción para nosotros, para los componentes de SECOT. Nosotros damos los cursos y damos la formación, pero también recibimos mucho a cambio. Alguien lo ha llamado a esto el salario emocional. Y estoy de acuerdo, sí que tenemos un salario emocional. Es un trabajo muy gratificante, igual que cuando vamos en Grandes Amigos a acompañar a un mayor, y lo único que hacemos es romper su monotonía durante un par de horas. Imagínate personas que tienen dificultades de movilidad, que apenas salen de casa… y te están esperando con una ilusión. Es una labor que compensa muchísimo y es muy gratificante.
Sobre el autor:
Beatriz Torija
Beatriz Torija es periodista y documentalista, especializada en información económica. Lleva 20 años contando la actualidad de la economía y los mercados financieros a través de la radio, la televisión y la prensa escrita. Además, cocina y fotografía.