La pandemia acelera la digitalización del sector funerario, también de los cementerios
El sector funerario ha sido protagonista durante toda la pandemia del coronavirus. En primer lugar, por la situación límite que vivió en los primeros meses de pandemia, por el aumento de las defunciones, y en segundo lugar, por las fuertes restricciones que han tenido desde el año pasado los funerales y velatorios. Por otro lado, tenemos el cambio de los hábitos de los consumidores y el auge del comercio digital, que se ha disparado desde el año pasado.
El sector funerario, con estos dos ingredientes en la coctelera, ha comenzado a reinventarse. El grupo Mémora, ha lanzado Electium Smart, un producto “mediante el cual, cualquier persona puede adquirir un entierro de forma completamente online, así como seleccionar los detalles deseados para este proceso que más se adapten a sus necesidades”, explica Christian Gimeno, responsable del proyecto. “Llegada una edad es muy importante comenzar a plantearse algunas decisiones que, aunque incómodas, resultan imprescindibles para poder vivir tranquilos la última etapa de la vida y facilitar ciertas cosas a las personas más cercanas”, añade.
Esta rompedora forma de contratación para el sector nace, a su vez, con la intención de normalizar la adquisición de este tipo de productos de forma anticipada. Según Gimeno, “Se trata de una alternativa digital y accesible, gracias al pago a plazos, en una sociedad en la que aproximadamente el 30% de personas fallecen sin tener un servicio funerario previamente contratado y dejando a la familia a cargo de los trámites y del alto coste económico que conlleva su fallecimiento”. Se ofrecen como una opción sencilla, cómoda y disruptiva para una situación inevitable.
Además, es transferible. Es decir, que podemos comprar el entierro y que el servicio lo reciba otra persona. Desde Electium Smart aseguran que el 80% de su demanda viene de personas jóvenes que adquieren el producto para sus padres, cuyas edades se encuentran entre los 70 y 90 años.
Algunas compañías funerarias, ante la imposibilidad de que muchas personas puedan acudir a los velatorios han comenzado a ofrecer la posibilidad de retransmitir el velatorio o el funeral en streaming a través de YouTube o de grupos privados en Facebook. Así, los allegados pueden presentar sus respetos a la familia de forma telemática.
Por otro lado, a través de códigos QR, se puede acceder a la biografía y fotos de la persona fallecida y los allegados pueden dar su último adiós en libros de firmas virtuales.
Los familiares ya eligen la lápida, la decoración y los epitafios del nicho o tumba a través de la web, sin necesidad de visitar al marmolista en el cementero. Y los allegados envían flores también online.
Poco a poco, además de las empresas funerarias, también los cementerios se van digitalizando. Cada vez son más los cuentan con aplicaciones que permiten la geolocalización de las tumbas y nichos, para evitar que quien acuda, tenga que dar vueltas y buscar por el cemtenterio.
Basta con introducir el nombre y apellidos del fallecido para poder acceder a la ruta determinada en función de dónde estemos. Así, se podrá acudir directamente al lugar designado sin dar vueltas, sin perdernos, y con rapidez.
