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El Papa Francisco lleva impartidas hasta ahora trece sesiones de catequesis sobre la vejez en la Plaza de San Pedro, dando forma a los principales mensajes que tiene la palabra de Dios para los mayores. Esta vez, las reflexiones del Papa se han centrado en uno de los personajes más de más edad del Nuevo Testamento, Nicodemo, que se pregunta por qué los ancianos no pueden volver al seno materno.
Tras la lectura del Evangelio en ocho idiomas diferentes (español, italiano, inglés, francés, alemán, portugués, árabe y polaco), el Papa ha reflexionado sobre la importancia de recorrer también esta etapa vital con entusiasmo. “El anciano camina hacia el destino, hacia el cielo de Dios. El anciano camina con su sabiduría, ganada durante su vida. Es una época especial”.
Sin embargo, para el Papa Francisco, ni Nicodemo en el Evangelio ni tampoco la sociedad se paran a reflexionar sobre ello. “El mito de la eterna juventud es una obsesión” que nos impide ver la belleza de ser mayores. Es en la ancianidad cuando, según el Pontífice, el ser humano se vuelve la mayor expresión de la ternura de Dios. “Miren a un abuelo o a una abuela, cómo miran a sus nietos, cómo acarician a sus nietos. Esa ternura que ha superado todas las pruebas humanas, que es capaz de dar amor gratuitamente, abre la comprensión a la ternura de Dios”.
Tras la lectura del Evangelio, el Papa Francisco ha dedicado unas palabras en cada uno de los ocho idiomas en los que ha leído el Evangelio, aunque el mensaje principal en todos ha sido el de honrar la belleza de los mayores ya que son los que están más cerca del renacimiento.
También ha advertido del peligro de las pretensiones biotecnológicas de alargar hasta la infinitud la vida humana o incluso retrotraerla, ya que, en palabras del Papa, “sería muy triste, incluso si fuera cierto”.