Haya o no llegado la segunda ola de la pandemia, lo innegable es que cada día se multiplican los casos de coronavirus y se declaran -con mayor frecuencia- nuevos brotes en residencias de mayores, algunos de los cuales no logran controlarse y acaban en infecciones masivas, como los casos recientes de Burbáguena (10 decesos) o San Martín de la Vega (más de 60 casos).
Por ello, cabe preguntarse: ¿Están las residencias de mayores, donde ya han fallecido más de 20.000 usuarios, preparadas para hacer frente a una segunda ola de contagios? En el sector, no lo tienen claro y entienden que, por muchos métodos de protección, test y protocolos que haya y aunque la mayoría de brotes actualmente son de una sola persona, el riesgo existe y el peligro es real.
No están preparadas
“Conociendo cómo están funcionando las empresas, no estamos preparados”, opina la responsable de residencias privadas y concertadas de CCOO en Madrid (@CCOO), Juani Peñafiel. Y es que la sindicalista asegura que, cuando deberían estar preparándose para un repunte de la pandemia, los gestores "están dando vacaciones” sin cubrir plazas.
De esta manera, especifica, uno de los ámbitos más afectados está siendo el de la "limpieza", esencial para prevenir contagios. "Las desinfecciones generales las lleva el mismo personal de antes. Así que algo están dejando de hacer. No puedes llevar todo con el mismo número de trabajadores. Cuando llegue la segunda ola, vamos a estar saturadas y cansadas”, denuncia.
Por otro lado, Peñafiel critica que no se esté contratando más personal para el futuro. “Hay muchas empresas que lo que están haciendo es poner turnos de 12 horas y que vayan por la mañana y por la tarde. De esta manera, evitan la contratación”, apunta.
"Lo estamos haciendo mal. No tomamos precauciones", comenta. Y no es sólo responsabilidad de las empresas, según la sindicalista, también tienen responsabilidad las Comunidades Autónomas, responsables de la competencia de Servicios Sociales. “¿Está la Administración haciendo seguimiento de lo que hacen las residencias? No sirve de nada poner un protocolo si no obligas a que se cumpla”, critica.
Falta formación
Por su parte, los familiares, representados por la Plataforma Pladigmare (@pladigmare), entienden que no se está haciendo lo suficiente y que, en parte, se está "apostando a la suerte" el futuro de las residencias y de sus usuarios.
“No se están sacando las conclusiones adecuadas. El principal error es no pensar en por qué el COVID-19 ha entrado en las residencias. Y hay un factor fundamental: los trabajadores. No porque lo hayan hecho aposta, sino porque no tienen formación en pandemias. ¿Las empresas están formando? No, ni tampoco la administración. Los únicos que hemos hecho algo somos nosotros que impartimos dos cursillos gracias a Médicos del Mundo. Al final, están dejándolo todo a la inmunidad de grupo, pero no estamos seguros de que dure mucho tiempo", reflexiona el presidente de Pladigmare, Miguel Vázquez.
A su parecer, algunos gestores no aplican correctamente las medidas de prevención estipuladas por el Ministerio de Sanidad. “Por ejemplo, ellos mismos hablan de zonificar las residencias pero, ¿se ha hecho?, ¿existen zonas rojas y amarillas?, ¿se siguen clasificando a los residentes? o ¿existen EPIs suficientes para una segunda ola? Pues no en todos los casos y la Comunidad no sabe si se está haciendo en todas las residencias. A la conclusión a la que llegamos nosotros es que no estamos preparados y tenemos muchas posibilidades de que volvamos a otra tragedia más”, asegura.
No existe, en muchos casos, coordinación
“Hemos estado pidiendo al Imserso una mayor coordinación entre Sanidad y Derechos Sociales”, comenta la responsable de Dependencia de UGT (@UGT_Comunica), Gracia Álvarez. En su opinión, este trabajo conjunto entre ambas áreas de Gobierno es esencial para afrontar una posible segunda ola y para que los mayores puedan recibir una correcta atención sanitaria.
De igual manera, Álvarez pide que se cumplan los "planes de contingencia", que se actúe con "rapidez” para prevenir que el virus se expanda y que se hagan más "inspecciones".
Igualmente, la representante de UGT reconoce que habrá que vigilar especialmente las visitas que son “otra fuente de entrada del virus". Aunque entiende también que "es muy duro el aislamiento o prohibirlas”.
Los test tardan
Con todo, desde las diferentes patronales del sector no ven de una forma tan pesimista, aunque también critican carencias del sistema, sobre todo en el ámbito sanitario. “Estamos preparados. Si viene un brote importante o un caso, nosotros damos el aviso a Sanidad Pública, a Atención Primaria y al Hospital. Luego, detectamos los contactos estrechos y a toda velocidad les aislamos y que les hagan las PCR. El problema es que en algunos casos nos dicen que vayan a la empresa de prevención de riesgos laborales y, en otros, al centro de atención primaria. Al final, no se sabe cuando les van a poder hacer las pruebas. Estamos como siempre, en descoordinación, y la clave del éxito es la celeridad”, argumenta el presidente de la Federación Empresarial de la Dependencia (@FEDdependencia), Ignacio Fernández-Cid.
Aun así, si la situación se descontrola y los contagios son masivos, cosa que podría ocurrir en una hipotética segunda ola, el empresario entiende que "la solución pasa por crear centros específicos de COVID” que, en muchos casos, ya existen. “Tendrá que haber un refuerzo de personal por parte de Sanidad. Es un problema sanitario”, indica.
Preocupación por la vuelta al cole
"Por parte de los centros residenciales estamos haciendo todos los esfuerzos necesarios en cuanto a reforzar las plantillas, acopio de EPIs, seguimiento estricto de protocolos, coordinación inmediata con los centros de salud y hospitales de área, reuniones periódicas con las Consejerías de Sanidad y de Políticas Sociales en toda España, pero debemos lanzar una alarma ante los primeros síntomas de descontrol de nuevo de la situación", alerta el secretario general de la patronal AESTE (@AESTE_oficial), Jesús Cubero.
"Debemos priorizar. Ahora mismo, lo más importante es que se restrinjan y se controlen las salidas de los mayores fuera de los centros, y el control absoluto de las visitas. Esas medidas nos permitirán que los mayores se puedan mover libremente dentro de las residencias y que no tengamos que volver a confinarlos en sus habitaciones. En algunas CCAA estamos solicitando ya la aplicación de estas medidas y no estamos encontrando demasiadas facilidades", añade.
De igual modo, Cubero entiende que "la vuelta al cole" supone riesgos para las residencias. "Nuestro sector profesional es un sector altamente feminizado y cuyas trabajadoras tienen niños en edad escolar. Si no hay un buen control de la situación, habrá de nuevo contagios masivos en los niños, quienes a su vez contagiarán a sus familias, y si se siguen dando bajas preventivas como hasta ahora, tendremos carencia de profesionales para atender a los mayores a finales de septiembre", sostiene.