Aunque parece que esta última alternativa no se plantea, lo cierto es que con la edad, la pérdida de reflejos es algo natural, y hay una serie de señales que indican que tal vez sea el momento de aparcar el coche:
1. Tener una patología diagnosticada
Algunas afecciones médicas como la artritis, el Alzheimer, la demencia, el Parkinson o la diabetes tratada con insulina pueden dificultar el correcto manejo del volante, según el portal Mejor con Salud. Y es que la coordinación, audición, los reflejos, la capacidad de movimiento, la orientación e incluso el juicio pueden verse afectados.
2. La visión
Si tenemos la vista deteriorada no veremos correctamente las señales de tráfico ni calcularemos bien la distancia de seguridad que hay que guardar con los vehículos. E incluso puede que no veamos a los peatones. Los conductores más mayores necesitan acudir anualmente al oftalmólogo.
3. Estrés durante la conducción
Algunas situaciones que pueden generar más estrés al volante a medida que nos hacemos mayores pueden ser las carreteras rápidas, la oscuridad, la lluvia, los tramos urbanos con más afluencia de coches y personas o los viajes largos.
La confusión y la reacción lenta son dos síntomas que evidencian la pérdida de reflejos, según Mejor con Salud . Esto puede traducirse en pisar el acelerador en lugar del freno, realizar las maniobras lentamente, dudar en situaciones de mucho tráfico, o tardar en reaccionar cuando aparezcan peatones o ciclistas por sorpresa.
5. Agresividad al volante
Los cambios de humor en situaciones de mucho tráfico es otra de las señales de alerta. Si además del mal humor, recibes quejas de otros conductores, debes plantearte continuar conduciendo.
6. Sueño
Quedarse dormido conduciendo y la falta de concentración al volante son dos acciones muy peligrosas tanto para el conductor como para el resto de vehículos que circulan por la carretera.
7. Accidentes
Tanto los que sufres como los que evitas. Si has presenciado alguna de estas situaciones, debes sentarte a hablar con el conductor en cuestión.
8. El miedo de los acompañantes
Si sientes que tus amigos o familiares no se sienten seguros cuando estás al volante, tal vez sea el momento de dejar de conducir.
Sobre el autor:
Laura Moro
Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.