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Se buscan sénior para acoger de urgencia a menores en situación vulnerable: "Recibes más que das"
Son candidatos ideales para acoger en esta modalidad
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Los sénior son candidatos ideales para acoger de urgencia a menores en situación de vulnerabilidad. Esta modalidad, que implica cuidar y proporcionar un hogar seguro durante un máximo de seis meses, mientras se busca una respuesta a largo plazo, es perfecta para ellos, más, si están jubilados.
Y es que, en general, disponen de tiempo, disfrutan de una estabilidad económica, suelen tener experiencia previa en la crianza y cuentan con un gran bagaje vital que los convierte en el perfil idóneo para esta labor social tan necesaria.
Es más, según explican desde la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (@ASEAF_ISN) a 65YMÁS, aunque no cuentan con datos al respecto a nivel nacional, sí que han podido comprobar que buena parte de las personas que optan por esta modalidad de acogimiento tienen más de 60 años.
Por ejemplo, según explican a este diario desde la Comunidad de Madrid, de las 39 familias de urgencia que existen en la región, 21 tienen algún miembro mayor de 55, lo que supone el 53,8%.
Y según afirmó la consejera de Derechos Sociales e Inclusión de la Generalitat de Cataluña, Mònica Martínez, al diario La Vanguardia, se calcula que más del 40% de quienes acogían de urgencia en esa región eran sénior.
Acoger aporta "todo"
Es el caso de María Columna Tello (65 años), una enfermera jubilada de Tarragona, viuda y madre de tres hijas, que en los últimos años ha acogido ya a dos bebés, uno, con 4 días de vida y, otro, con 26.
María cuenta a 65YMÁS que descubrió que existía esta modalidad de urgencia (suele ser para niños menores de 6 años) y decidió informarse para ver qué implicaba.
Tras ver que era idónea para acoger, más, habiendo sido previamente sanitaria y madre, cursó una formación previa y, al poco tiempo, ya pudo recibir a su primer bebé, que cuidó durante siete meses, con todo lo que ello implica: atención diaria, visitas al médico, etc.
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La experiencia, aunque tuvo sus complicaciones, le aportó "todo". "Es el mejor ejercicio físico, mental, emocional...", comenta. "La solidaridad te agranda el corazón, recibes mucho más de lo que das", añade.
Es más, María cree que el haber acogido una vez jubilada ha sido un gran acierto, ya que permite dedicarle al niño las 24 horas que necesita. "Casi mejor esperarse a ser mayor", indica.
Y lo más importante, argumenta, es saber todo el bien que se está haciendo, puesto que esta atención y estabilidad que brindan los sénior es esencial para los niños y bebés, que vienen de familias con situaciones muy complicadas –exclusión social, problemas de salud...– y que, sin esta ayuda, acabarían en una residencia con el impacto que esto puede tener en su crianza.
"Son menores que están en riesgo", afirma. "Lloraré mucho cuando se vaya, pero me apenan más los niños que están en un centro de acogida", reconoce María.
Actualmente, ya lleva 2 años con otro niño, ya que, por temas burocráticos, aún no se ha tramitado la adopción. Pero, le cuida con gusto y cuenta con el respaldo de su entorno para este cometido. Incluso, una de sus hijas, puntualiza, hace de "hermana mayor de acogida".
Ahora bien, matiza, algo importante a tener en cuenta es que esto no debe hacerse como una manera de suplir la falta de haber sido abuelos o padres. "No va de ti el acogimiento, va del menor", afirma.
Por ello, asegura, seguirá acogiendo, mientras siga teniendo fuerzas, tanto por compromiso social, como por todo lo que le aporta.
Se buscan sénior de acogida
En España, más de 18.000 niños y adolescentes fueron acogidos por una familia y más de 17.000 viven en una residencia, una cifra que ha aumentado en los últimos 5 años, mientras que el acogimiento ha disminuido desde 2020. Cabe recordar que el derecho a crecer en familia está reconocido en la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU y por el propio Defensor del Pueblo.
Por ello, la directora de la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar, Helena Escalada, anima a los sénior a acoger y reconoce que son muchas las personas jubiladas que están interesadas.
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"Existe un perfil de personas mayores que se sienten interpeladas por la situación de los niños necesitados de acogimiento", afirma.
Y no necesariamente están jubilados, comenta, aunque sí suelen encontrarse en una etapa de la vida con mayor disponibilidad, lo que es crucial, especialmente en situaciones de emergencia, donde la rapidez y la estabilidad son esenciales.
Familias colaboradoras
Eso sí, matiza, el acogimiento sénior no tiene por qué limitarse a la urgencia. Los mayores también se pueden ofrecer como "familias colaboradoras".
En esta modalidad, no se exige la convivencia continua, sino que se busca una persona de referencia que pueda brindar apoyo emocional y compañía.
Actúan como "los tíos de acogida", ofreciendo un vínculo afectivo y un modelo positivo a seguir y suele ser con jóvenes más mayores.
Mitos sobre la acogida
Por otra parte, explica la directora de ASEAF, se debe desterrar el mito de que el proceso es complejo y restrictivo. Según afirma, los requisitos son "sencillos de pasar": basta, normalmente, con tener estabilidad emocional y económica, así como la capacidad de comprender la situación del menor y su vínculo con su familia biológica, que puede realizar visitas. Concretamente, afirma, el 90% de las personas que se ofrecen son idóneas para acoger.
Es más, matiza, el acogimiento, aunque requiere de compromiso, también es flexible. Es decir, si, por lo que fuera, hay problemas u ocurre alguna situación sobrevenida, se podría cesar.
Y, recuerda, acoger no es una decisión para toda la vida, sino un "compromiso temporal" que puede tener un impacto duradero en la vida de un niño.
Por ello, para derribar estos mitos, es importante "acompañar el proceso, acortando el tiempo de reflexión y facilitando el contacto con otras familias acogedoras". Y para responder a todas estas dudas, añade, en la página web acogedoras.org se cuenta con cursos e información para todas las dudas que puedan surgir.
Así, prosigue, si eres sénior y estás "enamorado de la infancia y la crianza", la experiencia será muy positiva para sentirte útil y poder atender una necesidad de primera mano. Además, añade, sirve como "ejemplo también para la familia", transmitiendo valores de solidaridad y compromiso.