Sociedad
¿Eres sénior y quieres acoger a un menor extranjero no acompañado? Requisitos y trámites
No existe un límite de edad para acoger
Se buscan sénior para acoger de urgencia a menores en situación vulnerable: "Recibes más que das"
El BOE ha publicado este miércoles el Real Decreto ley para modificar el artículo 35 de la Ley de Extranjería, que permite que se establezca un reparto obligatorio de menores migrantes no acompañados desde Canarias, Ceuta y Melilla al resto de España.
Ahora bien, cabe recordar que, pese a que muchos de estos jóvenes vayan a residir en centros residenciales especializados, existe la posibilidad de acogerles de forma temporal en una familia, al igual que ocurre con los menores españoles.
Y es que, explican desde la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (ASEAF), "todo niño o niña tiene el derecho a crecer en una familia".
"Han emprendido un camino difícil, dejando atrás a sus familias y necesitan una familia para integrarse en las costumbres y cultura de su nuevo país. Vivir con una familia les ayuda a recuperar la confianza en los adultos, les aporta estabilidad emocional y les ofrece oportunidades de futuro que difícilmente tendrían de otra manera. Poder contar con el apoyo de una figura de referencia, aprender el idioma en un contexto cotidiano y sentirse parte de una comunidad les permitirá desarrollarse plenamente y construir un proyecto de vida con más seguridad y esperanza", argumentan.
Acoger siendo sénior
Así, lo primero que se debe saber es que, a priori, no existe un límite de edad para acoger. Es más, los sénior, por su experiencia vital, pueden ser candidatos ideales para proporcional al niño un entorno propicio, independientemente de su origen.
Eso sí, no todo el mundo vale para prestar este apoyo. Se deben cumplir con una serie de requisitos para ser familia acogedora en alguna de las modalidades que existen –de urgencia, temporal, permanente o como colaborador (fines de semana, durante las vacaciones, etc.)–.
Requisitos
En concreto, es necesario:
- Tener medios económicos suficientes y capacidad de cubrir necesidades del niño o niña.
- Tener un entorno favorable a la integración.
- Carecer de episodios que pongan en riesgo a los menores.
- Tener un buen estado de salud que no dificulte el cuidado del menor.
- Vivir solo o en pareja con una convivencia estable (si existe imposibilidad de procrear que no interfiera en la acogida).
- Respetar la historia del menor.
- Comprensión de la dificultad de su situación y aceptación de las relaciones con la familia de origen del menor, en su caso.
- Tener flexibilidad de actitudes y adaptabilidad a situaciones nuevas.
- Mantener una actitud positiva para la formación y búsqueda de apoyo.
Así, una vez se cumplan con estas cualidades indispensables, la familia podrá dar el paso de proponerse como posible acogedora.
Trámites para acoger
Los trámites se gestionan desde la comunidad autónoma en la que se viva. Por ello, deberá ponerse en contacto con los servicios especializados de la región donde se inicie el procedimiento.
En primer lugar, se suelen realizar reuniones en las que se facilitará toda la información que necesiten las personas interesadas y podrán resolver dudas.
Después de estas sesiones, en las que se abordarán todos los detalles, se deberá rellenar una solicitud formal (se indicará en la reunión cómo hacerlo) y se adjuntará documentación complementaria para iniciar el trámite.
Además, se aceptará que se realice un estudio psicosocial de la unidad familiar y se deberá asistir a un curso de formación.
Si finalmente se considera que se es apto, se inscribirá en el Registro a la persona o unidad y ya podrá ser posible candidata.
Una vez cumplidos estos pasos, cuando se dé el caso y haya necesidad, la administración se comunicará con la familia, y según las necesidades del menor, ya sea extranjero o no, se podrá acoger, con una supervisión constante por parte de la administración, para que todo vaya bien.
"El proceso para estos niños y niñas, técnicamente, sigue las mismas bases que el de cualquier otro tutelado de nacionalidad española", detallan desde ASEAF.
Cabe recordar que la esencia de este proceso es dar al menor un entorno propicio, independientemente de su lugar de procedencia o su historia de vida.
"Acoger es mucho más que ofrecer un lugar donde vivir. Es dar la oportunidad de volver a ser niño o niña, de sentirse querido y de crecer con la certeza de que hay adultos que les comprenden y están dispuestos a cuidarlos y a confiar en su futuro. Para quien acoge, es también una experiencia transformadora, que permite conocer otras realidades, ampliar la mirada y compartir el valor de la hospitalidad y la solidaridad", comentan desde ASEAF.
Y recuerdan que "las CCAA tienen programas para que aprendan el idioma y adquieran formación profesional". "Crecer en una familia, en lugar de hacerlo en un centro de protección, es la mejor opción para estos jóvenes", señalan.
