Sociedad

Senioribus, la universidad para los mayores que "están sedientos de aprendizaje"

Laura Moro

Sábado 10 de junio de 2023

ACTUALIZADO : Sábado 10 de junio de 2023 a las 12:04 H

10 minutos

En el CEU San Pablo ofrecen un programa para mayores de 40 años

Senioribus, la universidad para los mayores que "están sedientos de aprendizaje"
Laura Moro

Sábado 10 de junio de 2023

10 minutos

Universidad, escuela, instituto… son lugares que todos relacionamos con el aprendizaje y el conocimiento, ya sea de una carrera en concreto o de cultura más general. Si pensamos en el tipo de alumnos que acuden a estas clases, lo más seguro es que la media de edad no supere los 30 años. No obstante, la curiosidad, las ganas de saber, y el querer seguir aprendiendo cosas nuevas, no tiene límites, y cualquiera puede volver a las aulas, independientemente de los años que tenga. 

Esto es precisamente lo que tienen en común los alumnos de Vniversitas Senioribus, de la Fundación CEU San Pablo (@UniversidadDeMayoresCEU), que todas las semanas acuden a clase motivados únicamente por la curiosidad y la necesidad de seguir ampliando sus conocimientos en diferentes materias. Porque, tal y como nos explica a 65YMÁS su directora, María García-Carrillo Ara, existe una falsa creencia sobre el regreso de los mayores a las aulas: “Hay un desconocimiento porque aunque la palabra Universidad de Mayores ya está en la calle, y todo el mundo ha oído hablar de ellas, muy poca gente sabe en realidad lo que es. La mayoría se piensa que es para estudiar la carrera que en su momento no pudiste o porque lo necesitas para tu carrera profesional, pero lo cierto es que no es así: el 93% de nuestros alumnos, que actualmente son 1.479, son ya licenciados y lo hacen por placer. Vienen porque tienen inquietudes y quieren aprender más”.

Lo que durante muchos años era un programa “con ciento y pico alumnos”, ahora se ha convertido en todo un reclamo para los mayores de 40 años, que ‘luchan’ por conseguir una plaza: “Desde hace 10-11 años, nuestro programa ha ido creciendo y ahora nuestros alumnos, en cuanto que abrimos la matriculación en abril, saben que en muchas asignaturas se acaban las plazas”, apunta García-Carrillo. 

No es necesario tener ninguna titulación previa, solo más de 40 años y muchas ganas de aprender. La gente se piensa que ir a la universidad de mayores implica tener clases como si estuvieras cursando un grado universitario, y no es así. Tenemos cursos completos de 6 asignaturas, pero puedes elegir solo una, y todas ellas tienen una duración de una hora. Además, somos flexibles, no tienes que hacer el curso completo”, aclara la directora. En cuanto al precio, al no tratarse de una carrera profesional, la matrícula no es tan elevada, y varía en función del número de asignaturas.

La flexibilidad no es lo único que caracteriza a este programa, y sus asignaturas también son uno de sus sellos de identidad: “Nuestro programa, al no ser formación reglada, los contenidos no los impone el ministerio de educación. Elegimos las asignaturas en función de lo que nos demandan los alumnos. Ellos nos evalúan y nosotros preguntamos y prestamos atención a lo que demandan, y por eso tenemos asignaturas muy originales, que provienen de ideas de los propios alumnos. Podría decirse que es un programa de humanidades en el sentido más amplio”, asegura la directora. Y es que en su oferta podemos encontrar más de 50 asignaturas entre las que se encuentran antropología, arte, historia, genética, iconografía, informática, neurociencia, mindfulness, ópera o museos del mundo.

Son cursos siempre sin exámenes y sin trabajos, pero con los mejores profesores universitarios que hay, si no son del CEU, los traemos para que trabajen con ellos”, asegura su directora, que ha visto como el programa sigue creciendo y traspasando fronteras: “Lo curioso es lo que nos ha pasado con la pandemia”, nos cuenta la directora del programa. Y es que, dejando de lado la parte más negativa de esta etapa, lo cierto es que a ellos les ha permitido ampliar horizontes, y llegar a muchas más personas, no solo de España, sino también de América: “Siempre habíamos sido presencial, y ahora tenemos un programa presencial, uno online, que ya cuenta con 600 alumnos, y un sistema mixto. En el caso de la modalidad online es en directo, es decir, al mismo tiempo en que se está impartiendo la clase y que posteriormente se queda grabada, para que puedan verlo si no han tenido la oportunidad”, nos comenta García-Carrillo.

A día de hoy tenemos alumnos en 19 provincias de España, 5 países de Europa y 5 países de América, que siguen en directo sus clases. Esto jamás se nos hubiera pasado por la cabeza”, asegura la directora. El número de plazas disponibles en la modalidad online es más amplio que en la opción presencial. 

“El programa online nos ha enriquecido mucho. Los alumnos se conocen entre ellos, y esta posibilidad ha favorecido mucho la universalidad”, concluye la directora.

No buscan sacarse un título

ceu senioribus

Vniversitas Senioribus

Las palabras de la directora, las confirman sin dudarlo Begoña Fernández-Oliva y Antonio Blanco, dos de los alumnos de este programa, que lleva en funcionamiento desde el año 2000. Antonio es todo un veterano, mientras que para Begoña, la clase de Etnología es su primera toma de contacto Senioribus: “Yo sigo estando en activo, solo que ahora no estoy trabajando, decidí volver al origen, y por eso he empezado por el curso de Antigüedad. Para mí está siendo sanador, es volver a vivir”, nos explica, y nos repite lo mismo que comentaba anteriormente su directora: “Puedes coger las asignaturas que quieras y llevarlo hasta donde quieras, es decir, esto es un sitio donde hay flexibilidad total. Puedes venir simplemente a escuchar, a tomar apuntes o utilizar solo la bibliografía. Tú te organizas en función de tu disponibilidad”.

Lo cierto es que, a pesar de llevar solo unos meses, el ambiente de las clases y el contenido de las mismas, han llevado a Begoña a querer saber más: “Se despierta en ti la inquietud y la curiosidad de querer saberlo todo”. 

Al igual que su compañera, Antonio empezó aquí motivado por aprender algo nuevo: “Yo llevo viniendo al CEU varios años, y evidentemente, si lo hago es porque aprendo y me divierto. Ninguno tenemos la necesidad de un título o de venir aquí para trabajar”, asegura.

“Lo bueno del CEU es que trae a los mejores, y es un placer escucharles. La diferencia con una carrera, no es solo que no haya exámenes, porque los venimos aquí nos da igual, solo queremos saber más”, nos cuenta. “El examen es con uno mismo”, añade su compañera.

Ambos piensan que una de las cosas más enriquecedoras del curso es también el nivel cultural de los propios alumnos: “Hay gente muy mayor, con carrera, y con un nivel cultural alto”, comenta Blanco. Y con mucho talento, apunta Begoña: “Además de los profesores, que son maravillosos, hay muchísimo talento entre los alumnos, y esto hay que ponerlo en valor”. 

Los alumnos sénior: un reto para sus profesores

Ninguno de los que estamos aquí tenemos la necesidad de sacarnos un título para trabajar”, recuerda Antonio. “Yo hice Arquitectura y todo el temario estaba relacionado con esta carrera, pero aquí, aunque predominen las humanidades, luego tienes asignaturas como genética, que te nutren de otra forma”. 

Y Begoña añade: “Las seis asignaturas del programa están relacionadas unas con otras, lo que te nutre mucho más”. Ambos coinciden en que las ganas de aprender, de querer seguir participando y ampliando sus conocimientos va más allá de las aulas. Y es que el programa ofrece también una serie de actividades culturales, que independientemente de la asignatura o el curso en el que estés matriculado, puedes participar en ellas: “Los profesores expertos en la materia son quienes organizan esa actividad, lo que añade valor a la actividad”, comenta Antonio, que ha participado en ellas. “Yo voy porque me aporta algo, porque aprendo y porque quiero seguir aprendido”, apunta.

Tanto alumnos como la directora del programa señalan que otro de los puntos fuertes de este programa son sus profesores, entre los que se encuentran Ricardo Ruiz de la Serna (@RRdelaSerna) y Esther Sestelo (Doctora en Musicología, Licenciada en Historia y Ciencias de la Música), que al igual que sus alumnos, no dudan en elogiar el potencial que se encuentra sentado frente a ellos: "Hay dos clases de público: los que desean aprender y los que no. Y las diferencias entre los que se encuentran dentro del primer grupo no son tan grandes. La principal diferencia entre estos alumnos y los de enseñanza reglada es la manera de impartir las clases, porque con un público sénior uno se puede permitir ciertas licencias que, quizás, con los más jóvenes es más difícil, pero yo no haría una diferencia entre jóvenes y mayores como alumnos", asegura Ruiz de la Serna.

"Entre los alumnos de grado te encuentras con personas que creen que ya lo han vivido todo, y que un 'boomer' no tiene nada que les pueda enseñar, y entre los más mayores, uno encuentra ese deseo de abrirse al mundo de las humanidades, que es infinito", añade.

Por su parte, Esther recalca la exigencia de los alumnos sénior: "Tienen un umbral de conocimientos que no lo tienen las personas de enseñanza reglada. No solo tienen una formación académica exquisita, con un gran desarrollo profesional, que tienen mucha cultura, y que además están sedientos de aprendizaje".

La profesora destaca que para ella, impartir clase a estos alumnos es todo un reto, que no cambiaría por nada: "Me preocupo mucho por el qué voy a hacer, porque ellos se merecen lo mejor, porque la principal diferente entre estos alumnos y los de la enseñanza reglada es que aquí todo el mundo viene porque quiere, que por desgracia no se encuentra en otra enseñanza. Estos alumnos sufren cuando no pueden venir a clase, con lo cual todas las clases son aprovechamiento constante".

Y van más allá: el alumno sénior tiene la humildad de reconocer que está ahí para aprender, no para demostrar todo lo que sabe: "Los mayores no vienen aquí a debatir, por eso cuando se generan debates son mucho más enriquecedores, porque además, en el caso de la historia, muchos de ellos han vivido los acontecimientos de los que hablamos, y eso hace que su perspectiva sea distinta", apunta Ruiz de la Serna.

Para el profesor, es precisamente la mirada de estos alumnos lo que diferencia a este programa de otros: "Nos importan más los procesos que las fechas, porque ellos ya saben, tienen una base, e incluso han vivido algunos de los acontecimientos históricos de los que hablamos y, por tanto, no necesitamos explicar ciertas cosas, lo que permite una elevación del debate".

Sobre esto último, Sestelo apunta que como profesora que tiene experiencia impartiendo clase tanto a alumnos de grado como a séniors, es muy evidente la falta de conocimientos sobre ciertos temas que tienen los estudiantes de ahora, aunque asegura que no es culpa suya, y lamenta que el nivel educativo haya decaído en comparación con el que tienen sus alumnos más veteranos

Llegados a este punto, está claro que los sénior que deciden volver a las aulas no lo hacen por necesidad de conseguir un título, sino todo lo contrario, están motivados por la curiosidad y la inquietud de querer saber más, y de esta manera nos demuestran al resto de la sociedad, que no valen los prejuicios ni los etereotipos que rodean al 'alumno mayor' porque como dicen sus profesores, todos somos "eternos estudiantes", que nunca dejaremos de aprender, ya sea a través de experiencias personales o volviendo a las aulas con los nervios del primer día.

Sobre el autor:

LauraMoro

Laura Moro

Laura Moro es graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, y está especializada en temas de salud y género. Su trayectoria profesional comenzó en Onda Cero Talavera.

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