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Stefano Bozzini tiene 80 años y la pandemia del coronavirus le ha separado de su mujer, Carla Sacchi, ingresada en el hospital Castel San Giovanni, en la región italiana de Emilia-Romaña, y que no puede recibir visitas. Eso no impide, sin embargo, que este matrimonio, con 47 años a sus espaldas, pueda estar muy cerca, conectado a través de la música, gracias al romántico gesto que ha tenido él.
Acompañdo por su acordeón, Stefano se plantó en la calle, frente a la ventana de la habitación del centro sanitario en el que está hospitalizada su esposa, y le tocó una serenata. Su gesto conmovió tanto a su mujer, que le miraba desde la ventana, como al resto de pacientes y al personal sanitario, testigos de excepción de este pequeño concierto.
"Per noi è stato il primo distacco in 47 anni di matrimonio,mi è crollato il mondo addosso.Ho fatto la prima cosa che mi è venuta in mente:la fisarmonica sotto la finestra"
— Rai Radio1 (@Radio1Rai) November 11, 2020
A @chegiornoRadio1 Stefano Bozzini,l'alpino che ha suonato per la moglie ricoverata https://t.co/kiv9BamaFJ pic.twitter.com/cTcDTccQfn
“Para nosotros ha sido la primera vez que estamos separados en 47 años, y se me cayó el mundo encima. Hubiera hecho cualquier cosa para verla. Así que decidí ponerme el sombrero y coger el acordeón. Hacía sol y no habría parado nunca de tocar", explica el enamorado anciano a la RAI, la radio pública italiana. Poco a poco fueron asomándose médicos, enfermeros y también Carla, que de vez en cuando le mandaba un beso.
Stefano estuvo tocando durante una hora y la primera canción que sonó fue Spanish Eyes, de Engelbert Humperdinck, la favorita de su esposa. La suele tocar en casa y también los jueves en una residencia de mayores, donde daban de vez en cuando pequeños conciertos para animar a los residentes. A Bozzini le llamaban el Gianni Morandi de los Alpinos, en referencia al cantante italiano, porque nunca se separaba de su acordeón.
Carla y Stefano se casaron en 1973 y tuvieron tres hijos, pero uno de ellos, Marco, murió a una edad muy temprana. Entonces decidió que nunca más iba a volver a tocar. Pero un tiempo después, sus otros dos hijos le llevaron de nuevo el acordeón y le animaron a no abandonar su pasión. Lo hizo también por Marco, porque "la música llega a cualquier parte".
Bozzini ha denunciado la soledad que sienten los más mayores en estos tiempos de pandemia, privados de la compañía de sus seres queridos. Una soledad que sintió especialmente durante los diez días que estuvo separado de su mujer. La ingresaron a sus 74 años para realizarle pruebas por un posible cáncer. En este hospital no se tratan enfermos de coronavirus, pero no se permiten visitas para que no se produzcan posibles contagios. Ahora ambos ya se encuentran en casa, después de que Carla haya recibido el alta, y, según dicen, están listos para celebrarlo con más música.