Sociedad

Así sería NÜWA, la ciudad de 1 millón de habitantes en Marte

65ymás

Foto: ABIBOO studio / SONet (Gonzalo Rojas)

Lunes 26 de octubre de 2020

5 minutos

Investigadores de la UPC, finalistas en el concurso de la Mars Society para desarrollar la ciudad

NÜWA
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Foto: ABIBOO studio / SONet (Gonzalo Rojas)

Lunes 26 de octubre de 2020

5 minutos

¿Qué aspecto tendría una ciudad en Marte? ¿Cómo funcionaría el comercio? ¿Cómo evolucionaría la población urbana? Un equipo internacional liderado por investigadores de la Universitat Politècnica de Catalunya · BarcelonaTech (UPC @la_UPC),  ha imaginado la ciudad en Marte NÜWA, detallada en un extenso proyecto que incluye aspectos científicos, de ingeniería, arquitectónicos, económicos y sociales. El proyecto propone no solo un diseño urbanístico factible, sino también un plan de desarrollo socioeconómico, así como descripciones a alto nivel de la industria, infraestructura, generación y distribución de energía y servicios necesarios para hacerla realidad.

El proyecto del equipo internacional The Sustainable Offworld Network (SONet), del que también forman parte otras instituciones académicas españolas y participantes de otros países tales como el Reino Unido, Alemania, Estados Unidos y Argentina, ha sido seleccionado como una de las 10 propuestas finalistas del concurso Mars City State Design de la Mars Society (@TheMarsSociety), la mayor y más influyente organización de promoción del espacio del mundo dedicada a la exploración y el asentamiento humanos en el planeta rojo. El concurso, centrado en desarrollar una ciudad de un millón de habitantes en Marte de forma sostenible, había recibido más de 175 propuestas presentadas.

La propuesta del equipo SONet consta de un informe de 20 páginas con un diseño conceptual que combina aspectos muy diversos que van desde la exploración del espacio hasta la sostenibilidad. La ciudad, llamada NÜWA en honor a la diosa china creadora de la humanidad, simboliza el inicio de una nueva era de nuestra civilización en Marte y la protección que debemos asegurarnos en un mundo tan inhóspito.

A NÜWA llegaran los primeros 1.000 habitantes en el año 2050. A partir de entonces, y durante los siguientes 50 años, continuarán llegando nuevos nuwaianos hasta llegar en el año 2100 a un millón de habitantes. ¿Cómo llegarán? A través de un shuttle que haría escala en una estación transbordadora ubicada en un asteroide entre la Tierra y Marte.

En esta ciudad marciana todo está previsto: un diseño arquitectónico vanguardista y futurista, pero a la vez habitable y robusto, una organización social, económica y política democrática que prevé tres fases: el asentamiento dependiente de la Tierra, un periodo de transición y, finalmente, la emancipación de la Tierra.

Garantizar la superviviencia

La habitabilidad en NÜWA estaría asegurada, ya que el proyecto prevé que no se puedan recibir más habitantes hasta que no se hayan generado los recursos suficientes para garantizar su supervivencia. Recursos que van desde el oxígeno, generado gracias a las ingentes cantidades de agua que hay en Marte, alimentos a partir de la cría de diferentes especies animales y vegetales -como peces, algas y hongos- hasta minerales y materias primas procedentes del suelo marciano, etc.

El proyecto se concibió durante reuniones online en los meses de abril, mayo y junio, en pleno confinamiento debido a la actual pandemia de COVID-19. Ahora, la propuesta ha dado sus frutos. "Llegar a la final ya es un gran éxito para todo el equipo", explica Miquel Sureda, profesor de ingeniería aeronáutica en la Escuela Superior de Ingenierías Industrial, Aeroespacial y Audiovisual de Terrassa (ESEIAAT) de la UPC. "Esperamos que el concurso nos aporte la visibilidad que necesitamos para obtener apoyo y poder desarrollar conceptos relacionados tanto con el espacio como con la sostenibilidad y la transformación necesaria del sistema productivo que tendremos que afrontar también aquí en la Tierra".

nuwa cliff and valley cover image

 

Por su parte el director del Instituto de Técnicas Energéticas (INTE) y coautor de la iniciativa, Ignasi Casanova, explica: “Realizar estos ejercicios nos hace apreciar la gran dependencia que tenemos de lo que nuestro planeta nos da a cambio de nada. Por ejemplo, añade, “la producción de alimentos requiere una enorme cantidad de energía que aquí en la Tierra proviene del Sol, pero que implica el uso de grandes extensiones de superficie útil, y que por lo tanto es una de las actividades humanas más agresivas con el ecosistema terrestre". Temas como el uso y abuso de los plásticos, soluciones constructivas y de materiales que minimicen el uso intensivo de energía y una total reciclabilidad se han estudiado en la propuesta.

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