Una nueva vida para el Sidi Saler de Valencia: del lujo al abandono, y ahora un hotel para mayores

El que fue el primer hotel de lujo 5 estrellas en Valencia, uno de los más prestigiosos de toda España, ahora está en proyecto de reconvertirse en un hotel sostenible para sénior. Esa es la intención del Ayuntamiento tras ganar las disputas en los tribunales sobre la caducidad de la licencia de actividades que habían recurrido los propietarios. 

De hecho, la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, ya se reunió el pasado 16 de octubre con el conseller de Medioambiente, Vicente Martínez Mus, para estudiar cómo hacer posible que el Sidi Saler, un complejo hotelero de 276 habitaciones con vistas al mar, sea un resort para personas mayores. Catalá incide en que no es conveniente derribar el hotel para restaurar el cordón dunar de la Albufera sobre el que se construyó, sino que lo oportuno es dotar al alojamiento de una licencia distinta, tal como indicaba en unas declaraciones concedidas a Levante.

El proyeto estaría más enfocado a un uso del inmueble por parte de personas mayores con programaciones de estancias más largas. Esas dos etiquetas que definen el nuevo proyecto, "sostenible" y "sénior", no son baladíes. Hay que tener en cuenta la lucha que hay entre quienes abogan por la conservación del Parque Natural de la Albufera, como es el caso de Compromís, y quienes creen que el hotel debe reconvertirse y aprovecharse haciendo un uso más responsable y comprometido con el entorno, tal como declara Catalá.

Historia del cierre y problemas judiciales

El entramado judicial en el que está inserto el Sidi Saler no ha acabado todavía. La última sentencia que se conoció fue la que daba la razón al ayuntamiento de Valencia sobre la caducidad de la licencia de actividades que habían recurrido sus propietarios, los fondos Divarian y Coral Homes. 

La historia del complejo hotelero, que alcanzó sus mejores años durante las décadas de los años 70 hasta los 90, cambió con la modificación de la legislación que impuso la Ley de Costas. Con la entrada en vigor de esa normativa el suelo del hotel, cuya aprobación de construcción sobre el Parque Natural de la Albufera había sido concedida durante el franquismo por el alcalde Adolfo Rincón de Arellano, pasó de ser de propiedad privada a titularidad pública debido a que invadía el dominio marítimo-terrestre. 

Sin embargo, el Ministerio de Transición Ecológica indemnizó a los entonces propietarios, BBVA y CaixaBank. Esa compensación supuso que se les otorgaba la gestión y uso del complejo hotelero bajo la concesión de las licencias que hicera el Ayuntamiento, es decir, no perdían la propiedad pero estaban sujetos a la autorización que diera el consistorio.

A todo esto, las instalaciones llevaban cerradas desde el año 2011, por lo que la licencia de aprovechamiento del edificio caducó en 2013. Esto es así porque tal como indica la Ley de prevención, calidad y control ambiental de Actividades en la Comunitat Valenciana, las licencias ambientales caducan transcurrido el plazo de dos años si el inmueble cesa sus actividades por un motivo que no sea de fuerza mayor.

El asunto está en que cuando adquirieron el hotel los actuales propietarios ya no disponían de la licencia correspondiente porque había caducado años atrás. Por ese motivo la cuestión ha quedado de parte del Ayuntamiento, que planea la reconversión del lugar en un resort para personas mayores.

No obstante, las disputas judiciales no están resueltas porque Acció Ecologista-Agró, una asociación ecologista sin ánimo de lucro, tiene dos contenciosos abiertos relacionados con el Sidi Saler pendientes de sentencia, cuya resolución se prevé a lo largo de este mes. Esos recursos se presentaron en contra de la reactivación de las actividades del hotel porque desde la asoción consideran que "el único proyecto compatible con la conservación de este humedal de importancia internacional es el de la demolición del edificio y, consiguiente, recuperación de los ecosistemas dunares".

Actualidad del hotel

Lo cierto es que el complejo hotelero, abandonado desde el cese de sus actividades hace ya 13 años, está en ruinas. Además hay que recordar que sufrió un incendio el pasado 28 de septiembre provocado por los okupas que habitaban el complejo. Igualmente, la zona de la Albufera valenciana y, en concreto la playa de El Saler, la playa de la Garrofera y la playa de la Devesa -inmediaciones de la locación el edificio-, es una de las zonas más afectadas por la catastrófica DANA. 

Con todo ello, quedan muchas dudas sobre si el Ayuntamiento se replanteará su postura inicial de rehabilitación y reconversión del hotel en un resort sostenible para los sénior.