¿Por qué Sigmund Freud sigue vigente en la actualidad?

Para bien o para mal, dependiendo del punto de vista de cada uno, Sigmund Freud fue uno de los personajes más influyentes del siglo XX, al menos en lo que al ámbito de la psicología y la filosofía se refiere. Y es que este hombre nacido en el antiguo Imperio Austriaco -concretamente en Príbor, en la actual República Checa- se convirtió, gracias a sus teorías y a ser el padre del psicoanálisis, en un intelectual conocido en todo el mundo.

Hallazgos

A pesar de su carrera como neurólogo, sus principales investigaciones se circunscribieron al terreno de la psicología, donde creó lo que hoy conocemos como psicoanálisis. Este método de investigación se centra en encontrar evidencias de “la significación inconsciente de las palabras, actos y producciones imaginarias de un individuo”. Asimismo, conlleva un método psicoterapéutico que interpreta de un modo controlado la resistencia, la transferencia y el deseo. Es decir, a través del psicoanálisis, Freud investiga y trata los problemas emocionales desde el punto de vista de la infancia, de la interpretación de los sueños y los actos fallidos. De ahí que las consultas de los psicoanalistas se convirtieran en un lugar donde el paciente se sentaba (o tumbaba) y contaba sus experiencias, miedos, anhelos y demás.

En este sentido, la obra más célebre de Freud fue La interpretación de los sueños, donde el autor asegura que en los sueños se realizan los deseos que alberga nuestro inconsciente (que no subconsciente), de modo que suponen una vía perfecta para llegar al mismo.

Controversia

Al tratarse de teorías que invitan a analizar nuestra psique, el trabajo de Freud fue y es muy discutido. Mientras que hay investigadores que consideran que su labor fue magna por los descubrimientos que propuso en el campo de la psicología, también hay detractores que, lejos de no reconocer su trabajo, lo tildan de filosófico, dado que no aporta datos rigurosos y científicos al respecto.

Una vida de investigación

En cuanto a la vida de Freud, la mayor parte de la misma la pasó en Viena, ejerciendo su labor como médico e investigando. Poco a poco sus ideas fueron tomando relevancia en la sociedad europea y se convirtió en una figura muy conocida. En el año 1923 se le diagnosticaría cáncer de paladar, una dolencia por la que le tendrían que operar hasta 33 veces. No obstante y a pesar del dolor que experimentaba, Freud no abandonaría la que posiblemente fue la causa de ese mal: fumar puros.

Con el ascenso al poder de los nazis y la anexión de Austria por parte de Alemania, el investigador, de origen judío, terminaría por abandonar, muy a su pesar, la ciudad de Viena, un hecho que a la postre sería acertado, habida cuenta de que cuatro de sus hermanas sería apresadas posteriormente, muriendo en un campo de concentración.

No obstante, la vida de Freud se apagaría poco después, concretamente el 23 de septiembre de 1939, cuando su médico personal le sedó para acabar con el enorme sufrimiento que padecía por su cada vez más extendido cáncer.