La soledad no deseada es un problema social importante. Así lo consideran cerca del 93% de los españoles, según revela un estudio realizado por el Instituto Santalucía (@santalucia_inst), plataforma de investigación y debate del Grupo Santalucía, que destaca a su vez que el 13,4% de la población española ha sufrido soledad no deseada durante el año 2023.
En concreto, el Informe sobre la soledad no deseada en adultos mayores, liderado por la investigadora Josefa Ros Velasco (@JosefaRosUCM), miembro del Foro de Expertos del Instituto Santalucía, revela que este problema afectó en mayor medida a las mujeres (un 14,8% afirmó sufrir soledad, frente al 12,1% de los hombres).
Tal y como explica en una nota, "existe una España solitaria, que sufre de aislamiento social y que necesita ser comprendida y, sobre todo, atendida". Es por ello que desde el centro ponen "especial énfasis en estas personas, estudiamos sus inquietudes y analizamos sus necesidades, y queremos trasladar lo que hemos aprendido a través de este informe y despertar conciencias y dar visibilidad a una realidad que está ahí, pero que muchos ignoran".
Jóvenes y adolescentes, los más afectados
Por lo general, se suele pensar que la soledad no deseada es un problema que afecta principalmente a las personas mayores, de hecho, así lo considera el 87,2% de los encuestados. Sin embargo, el informe destaca que, en realidad, los jóvenes y los adolescentes son los grupos que se ven más afectados por la soledad, un 21,9%, frente al 12,2% de las personas mayores de 75 años.
"Las personas con discapacidad, las cuidadoras, los inmigrantes o los retornados, entre otros, son especialmente susceptibles de padecer soledad no deseada", señalan además.
La falta de convivencia y apoyo familiar o social, por vivir lejos de la familia, especialmente, son algunas de las principales causas percibidas por el estudio, así como la presión laboral, el exceso de trabajo, poco ocio e incluso la falta de estabilidad profesional. Aunque en el caso de los mayores de 75 años, las causas se centran más en la jubilación, la viudedad y los problemas de salud que pueden ser incapacitantes.
"Esta realidad necesita de especial atención, puesto que los sentimientos continuos de sentirse solo, alejado o separado de los demás pueden prolongarse y desembocar en soledad no deseada crónica", señalan.
Por su parte, apuntan que los trastornos del estado anímico, como la ansiedad (prevalencia del 37,8%), la depresión (prevalencia del 39,3%) y los trastornos conductuales (violencia, el alcoholismo o el suicidio, entre otros), constituyen las principales consecuencias de la soledad no deseada para la salud mental.
Grave impacto en los costes sanitarios y productivos
La soledad no deseada también tiene consecuencias a nivel económico, más allá del nivel emocional y de la salud. Así lo refleja este informe, que señala que este problema supone un coste anual de 14.141 millones de euros para España, equivalente al 1,17% del PIB en el año 2021.
Detallan que el gasto en servicios sanitarios, especialmente en médicos especialistas y urgencias, asciende a 5.605 millones de euros anuales; y el consumo de medicamentos, como tranquilizantes y antidepresivos, supone un coste adicional de 495 millones de euros. En total, los costes sanitarios ascenderían a los 6.101 millones de euros anuales, lo que equivale al 0,51% del PIB español.
Retos y recomendaciones para un futuro menos solitario
En este sentido, el Instituto Santalucía ha recogido en este estudio algunas recomendaciones para combatir la soledad no deseada en las personas mayores, entre las que destacan: "dar visibilidad al problema a través de campañas de concienciación y la creación de estrategias intergeneracionales donde se incluya a los jóvenes, y la creación de cursos de formación para la sociedad civil, familiares y cuidadores profesionales, dotándoles de las herramientas adecuadas para lidiar con la soledad de aquellos que les rodean".
Entre los retos que habría que hacer frente para conseguir un futuro menos solitario, destacan la importancia de una buena planificación del mismo, basada en "el trabajo de la iniciativa personal, el mantenimiento de la actividad, la conservación del apoyo familiar, la implicación con el entorno vecinal y comunitario y el descubrimiento de actividades sociales novedosas". Para conseguirlo, no solo es crucial la identificación del problema, también "la propuesta de iniciativas y soluciones que hagan de la soledad una excepción".
