Según una encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la mayor parte de la población española mayor de 65 años no tiene pensado irse de vacaciones. De los encuestados, un 31,5% tienen pensado irse de vacaciones este verano, mientras que el 64,3% ha decidido que no. Solo un 4,1% no sabe o duda, según el barómetro, correspondiente al mes de julio.
Además, la encuesta revela que este verano los turistas nacionales mayores de 65 años se quedarán en España, ya que un 94,2% viajará por el territorio nacional y tan sólo un 3,3% tiene pensado ir al extranjero.
Más de dos semanas será la duración más frecuente en la que los españoles planean irse de vacaciones, al ser la elección del 49% de los encuestados. Entre una y dos semanas y una semana son las otras opciones más elegidas, con un 22,3% y 18,1%, respectivamente.
Los destinos preferidos
Por otro lado, el barómetro del CIS apunta a que los lugares costeros son los destinos preferidos por 56,8% de los viajeros españoles mayores de 65 años, seguidos del municipio rural (25%), ciudad interior (16,8%), las islas (8%) o viajes en ruta (3,2%).
En cuanto al tipo de alojamiento, el 30,2% de los encuestados prefiere un hotel o apartahotel para pasar sus vacaciones, siendo la vivienda completa de alquiler, que incluye apartamentos turísticos (12,8%); la segunda vivienda y la vivienda familiar, de amigos o empresa, con un 36,9% y 18,7%, respectivamente, las otras opciones preferidas.
Sobre el tipo de transporte preferido para desplazarse hacia el destino turístico, el vehículo particular es la mejor opción, elegido por el 74,9% de los viajeros, siendo el avión, con un 16%, la segunda opción de transporte, seguido por el autobús (7,5%) y el tren (5,5%).
Aumentar las medidas sanitarias en los viajes
Además, un 52,3% de los encuestados sí considera necesario implantar medidas sanitarias para tener unas vacaciones seguras. Entre estas medidas las más necesarias son más recursos para reforzar el sistema sanitario, reforzar los protocolos de seguridad en el transporte colectivo y en las actividades turísticas.
Otras opciones consideradas para aumentar la seguridad pero no tan necesarias son limitar el aforo en las piscinas y playas, uso obligatorio de mascarillas y una app para el seguimiento de la trazabilidad de los contagios.
