La búsqueda de las niñas desaparecidas en Tenerife y de su padre, Tomás Gimeno continúa, y con ella las investigaciones.
En los últimos días los investigadores solicitaron un requerimiento para localizar a la detective que Gimeno contrató para vigilar a la madre de las niñas, Beatriz. La detective se ha presentado ante las autoridades, y el programa Espejo Público ha podido hablar con ella.
La detective ha explicado que la investigación que llevó a cabo tuvo lugar en julio de 2020 cuanto Tomás y Beatriz pusieron fin a su relación. La madre de las niñas había rehecho su vida con un empresario belga de 60 años, y Gimeno había expresado su disconformidad de que "ese viejo" cuidara a sus hijas.
La detective asegura que se trataba de un encargo personal, ya que Tomás quería saber los movimientos de la madre de sus hijos. Además ha destacado que es un encargo legítimo, ya que existía un vínculo entre su cliente y la persona a investigar.
No reconoció a Tomás
Durante el transcurso de su investigación no detectó ningún delito. También ha aclarado que este trabajo le fue encargado antes de que Tomás agrediera a la nueva pareja de su expareja en un aparcamiento: "No describió nada más allá de la típica sospecha de un hombre sobre su mujer", sostiene la detective.
La investigadora asegura que no reconoció a su cliente en las primeras fotos que se hicieron públicas, hasta que el lunes 3 de mayo, que fue cuando llamó a las autoridades.
La mujer ha emitido un comunicado en una web para detectives donde dice no comprender el desconcierto de sus compañeros de profesión por no haber comunicado el encargo antes.
Nacho Abad, uno de los colaboradores del programa, expresó su desconcierto ante las declaraciones de la detective, ya que junto a las imágenes de Tomás se difundió también su nombre y apellido.