Carla Maronda, una valenciana de 25 años, se dirigió al hospital tras empezar con vómitos y diarreas tras quitarse un bulto de la ingle, y volvió a su casa sin manos y sin pies. Un duro golpe que le dio la vida de manera inesperada.
Fue una extraña bacteria la que se propagó de manera muy rápida por su cuerpo, por lo que incluso llegó a estar al borde de la muerte. La mujer había ido al hospital para que le quitasen un bulto de la ingle, pero tras una serie de complicaciones volvió, y le diagnosticaron una bacteria en la sangre que causó este terrible desenlace.
Tras estar en coma durante doce días, Carla despertó y se dio cuenta de que había perdido las manos y los pies. Sus extremidades habían sido amputadas debido a la agresividad de los medicamentos con la que se vieron obligados a tratarla por su grave dolencia.
Las extremidades de Carla desarrollaron necrosis (muerte del tejido corporal) y es por eso por lo que los médicos decidieron que lo mejor era amputarlas. Sin embargo, la joven valenciana agradece que esté viva para poder contarlo.
Carla ha contado en ‘Y ahora Sonsoles’ (Antena 3) que los médicos “le dijeron a mis padres que pasaran a despedirse de mí”, ya que sus posibilidades de sobrevivir eran muy pocas. También aseguró que “antes la gente se moría” con una bacteria como esta, por lo que valoró estar viva.
Debido a la bacteria que causó la amputación de sus extremidades, Carla Maronda no podrá continuar con la gran pasión que tiene: montar a caballo. La joven realiza esta disciplina desde que tiene ocho años, y lamentablemente deberá abandonarla. Sabe que su vida no volverá a ser la misma.
Tras contraer la bacteria, Carla luchó hasta el final de la mano de su novio, que en ningún momento se separó de ella. Pese a perder manos y pies, ella ha superado la enfermedad y trata de recuperarse, aunque necesita ayuda para realizar todas las tareas cotidianas.