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Han sido 43 días los que han pasado después de que su exmarido secuestrase a sus dos hijas el pasado 27 de abril. Un calvario de siete semanas de dar mensajes de esperanza para poder seguir teniéndola ella misma que terminó el 10 de junio cuando extrajeron del mar el cuerpo sin vida de la niña mayor, Olivia, de seis años de edad.
Fue el buque 'Ángeles Alvariño' el que encontró el cuerpo sin vida de la niña en la zona de búsqueda de las niñas desaparecidas en Tenerife, un hecho que ya ha sido comunicado a la madre y a la familia de las menores. El cuerpo de Olivia fue encontrado a 1.000 metros de profundidad en el interior de una bolsa que estaba atada a la cadena del ancla de la lancha de su padre, Tomás Gimeno.
La cuenta de Instagram
La policía baraja la hipótesis de que el padre se habría tirado al mar para poner fin a su vida y a la de sus hijas. De hecho el cadáver de Olivia apareció en una de las dos bolsas de deporte que Gimeno se llevó en el barco y que se encontraron atadas al ancla de la embarcación.
Pocas horas antes de encontrar el cuerpo sin vida de la menor, su madre había lanzado un mensaje de audio: “Estoy más positiva que nunca porque creo que todo es un teatro”. Pero tristemente, estaba equivocada.
Desde que aquel 27 de abril Tomás le anuncio a Beatriz que "no volvería a ver a sus hijas", la madre de las niñas nunca perdió la esperanza en el reencuentro y abrió una cuenta en Instagram, Bring back home Anna and Olivia a la que iba subiendo cada día cartas y fotos de Olivia y Anna.
Esa cuenta de Instagram ha sido durante estas angustiosas semanas su único contacto con el mundo. Beatriz o quería bajo ningún concepto entorpecer o poner en peligro la operación del rescate de sus hijas y por eso no apareció en los medios y dejo que fuese Joaquín Amills, presidente de SOS Desaparecidos, quien se encargase de esa labor.
Obsesionado tras la separación
Beatriz y Tomás estaban separados después de años de peleas y amenazas a pesar de que la mujer nunca denunció a su marido. Tomás no superó esta separación y llego a contratar detectives para que vigilasen a su exmujer.
Según sostiene los más cercanos a Tomás, Beatriz, con la que estaba obsesionado había acordado con él dejarle a las niñas. Pero Tomás Gimeno que debía haber entregado a sus hijas a la madre el día 27 de abril, nunca lo hizo.
En el historial del hombre se recoge que ya el pasado mes de diciembre la exmujer acudió a un puesto de la Guardia Civil para decir que su pareja le había amenazado verbalmente, si bien decidió no interponer ninguna denuncia.
Pese a ello, las autoridades decidieron actuar de oficio, siguiendo el protocolo de VioGén, y poco antes de la desaparición se habrían puesto en contacto con ella para comprobar si en los últimos meses había recibido más amenazas o sufrido algún capítulo de maltrato, algo que Beatriz sigue negando.