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La Guardia Civil ha hallado restos de sangre en el barco de Tomás Gimeno, desaparecido junto a sus dos hijas de uno y seis años desde la noche del martes. La embarcación permanece atracada en el Puerto Deportivo de Marina Tenerife desde que fue encontrada vacía y a la deriva frente al Puertito de Güímar y donde agentes de la Guardia Civil están buscando cualquier pista que ayude a la investigación.
Según han informado fuentes cercanas a la investigación, por el momento se desconoce si los restos de sangre son del padre, alguna de las dos niñas u otra persona. Este hallazgo se suma a la aparición de una silla infantil flotando en el mar y que la Guardia Civil ya ha confirmado que pertenece a la familia de las niñas desaparecidas.
Asimismo, desde primera hora de la mañana, agentes de la Benemérita han registrado la vivienda de Tomás Gimeno, en busca también de más pistas que puedan estar relacionada con la desaparición.
Sobre el padre de las menores, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar ha incoado diligencias previas por la presunta comisión de un delito de secuestro, declarando además la investigación bajo secreto de sumario.
Como queda dicho, el dispositivo de búsqueda de Tomás Gimeno y sus dos hijas, de uno y seis años, se ha ampliado al sureste de la isla de Tenerife, pues hasta el día de ayer estuvo centrada en la zona que abarca desde Anaga hasta el Puertito de Güímar, según han informado fuentes de la Guardia Civil.
El dispositivo, coordinado por la Guardia Civil, ha vuelto en la mañana de este viernes a salir por tierra, mar y aire. Efectivos aéreos y marítimos, junto a agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil y de la Policía Local de Güímar, iniciaron la búsqueda desde primera hora.
Dicho dispositivo encontró una silla infantil flotando en el mar que, según ha confirmado la Guardia Civil, pertenece a la familia desaparecida. Asimismo, sobre el padre de las menores el Juzgado de primera instancia e instrucción número 3 de Güímar ha incoado diligencias previas por la presunta comisión de un delito de secuestro, declarando además la investigación secreta.
Toda vez que se conoció que las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del Puerto Deportivo Marina Tenerife revelaron que Tomás Gimeno, desaparecido desde el pasado martes junto a sus dos hijas, zarpó pasada la medianoche a bordo de su barco, que apareció el miércoles vacío y a la deriva frente al Puertito de Güímar y en el que hoy se han encontrado restos de sangre.
En relación con ello, el capitán del Puerto Deportivo, Enrique Alonso, ha confirmado que el padre de las niñas, de 37 años, salió hasta en tres ocasiones del muelle, para finalmente salir con su barco sobre las 00.30 horas.
Según pudieron captar las cámaras, Tomás Gimeno llegó con su coche a las 21.30 horas, lo aparcó frente a su pantalán y en él descargó una serie de bolsos; sin embargo, el guardián que hacía el turno de noche, que lo vio de frente, en ningún momento localiza a las niñas, ni las cámaras revelan si estaban con él.
Tal y como relata Enrique Alonso, el padre de las pequeñas dio tres viajes de bolsos, maletas y ropa hacia su barco y sobre las 21.50 horas vuelve a salir del Puerto Deportivo, regresando sobre las 23.30 horas. Al parecer, necesitó comprar un cargador y salió a una gasolinera cercana, volviendo a entrar al muelle.
De este modo, a las 00.30 horas Tomás Gimeno sale finalmente con su barco, de unos seis metros de eslora, el cual sólo cuenta con un pequeño camarote. Efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil inspeccionaron el barco en busca de cualquier pista.
Fuentes cercanas a la investigación han confirmado que Tomás Gimeno envió varios mensajes de Whatsapp a su padre y amigos para despedirse, además de realizar una llamada a su expareja para decirle que nunca más volvería a ver a las niñas, ni tampoco a él.
"Nunca" entregó las niñas a su madre
Tomás Gimeno debía haber entregado a sus hijas a la madre, de la que está separado, el pasado martes, lo que nunca hizo. En el historial del hombre se recoge que ya el pasado mes de diciembre la exmujer acudió a un puesto de la Guardia Civil para decir que su pareja le había amenazado verbalmente, si bien decidió no interponer ninguna denuncia.
Pese a ello, las autoridades decidieron actuar de oficio, siguiendo el protocolo de VioGén, y recientemente se habrían puesto en contacto con ella para comprobar si en los últimos meses había recibido más amenazas o sufrido algún capítulo de maltrato, algo que sigue negando.
Según la descripción aportada por la asociación 'sosdesaparecidos', el padre de las niñas tiene 37 años, mide 1,85 metros de estatura, es de complexión normal, tiene el pelo castaño y los ojos marrones.
En cuanto a las menores, Anna, una bebé de un año, es rubia de ojos azules con el pelo ondulado, mide unos 70 centímetros; mientras que Olivia, de seis años, tiene el pelo castaño, largo y los ojos marrones. Mide 1,10 metros y llevaba puesto un pantalón de chándal gris, suéter azul y tenis negros.
Desde la asociación piden a todas aquellas personas que puedan aportar cualquier información se dirijan al teléfono 116000 de la Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR), así como a los teléfonos 642 650 775 y 649 952 957 y al e-mail sosdesaparecidos@sosdesaparecidos.es. También se puede llamar al 062, 091 o 112.