Ana tiene 82 años y cuando fue a entrar en su casa en la localidad madrileña de Leganés, no pudo hacerlo porque alguien había entrado y cambiado la cerradura después de forzar la puerta. Dentro de la vivienda viven ahora dos jóvenes y una chica con un bebé que se han enganchado a la luz y al agua de la comunidad, según ha desvelado el programa Buenos Días Madrid de Telemadrid.
La pensión de Ana es mínima y su desesperación total. "No tengo medios, de qué como, qué pago”, ha declarado al programa la octogenaria que ahora no puede ni alquilar ni vender su casa.
“Me encuentro muy mal con lo que me ha pasado, estoy destrozada”, explica Ana en Telemadrid y aclara que al no poder entrar en su casa llamó a un cerrajero y “contestó un hombre desde dentro y dijo que era el piso suyo y que no estropearan la casa porque era su propiedad y le había costado mucho dinero”.
Como es lógico avisó a la policía que se personó en el domicilio. A los agentes les abrió la puerta una mujer joven con un bebé en brazos y ella les aseguró que abandonaría el piso pero no lo ha hecho.
Fue entonces cuando Ana denunció los hechos en la comisaría “y el día 20 tenemos el juicio para ver si los echan o no”.
"Yo ni puedo dormir porque estoy como loca por lo que me han hecho, creo que, si me da Dios salud, porque creo que me voy en esta de lo mal que estoy pasándolo”, ha declarado la octogenaria a Buenos Días Madrid antes de denunciar que “se están llevando los muebles de la cocina nuevos, todo lo están sacando con una furgoneta de mudanzas, todo se lo están llevando”, pero la policía no puede intervenir hasta que no lo decida así un juez.
