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Volver a casa tras superar el coronavirus y encontrarse la vivienda okupada. Esa es la pesadilla que han vivido a su vuelta Ricardo (84 años) y su mujer (83) cuando regresaron la semana pasada a su domicilio, situado en la calle Alfonso Martínez Conde 2, en el barrio madrileño de Carabanchel (Madrid).
Tal y como informa El Mundo, un hombre colombiano de 44 años, que ya ha sido detenido, okupó el piso, cambió las cerraduras de la vivienda, tiró a varios contenedores cercanos toda la ropa y enseres de los octogenarios y se llevó las joyas y otros objetos de valor.
El matrimonio enfermó de coronavirus hace varios meses y para recuperarse de la enfermedad se fueron a vivir al domicilio de uno de sus hijos en Fuenlabrada. Este iba cada semana a la casa para comprobar que todo estaba en su sitio. La semana pasada, Ricardo y su esposa, ya recuperados del virus, volvieron a su piso en compañía de su hijo y cuando fueron a meter la llave en la cerradura no pudieron abrir la puerta. En el suelo había unos tornillos y aún tenía restos de pegamento el embellecedor.
Alfonso Martínez Conde 2 (Google Maps)
Ante la sospecha de que el piso había sido okupado, el hijo llamó de inmediato a la Policía Nacional. Los agentes procedieron a entrar en la casa y no hallaron a nadie en su interior. Todos los armarios y muebles eran los originales, pero estaban completamente vacíos. En los cajones no había nada. Lo más sorprendente es que en el comedor encontraron un contrato de alquiler de la vivienda sin firmar a nombre del colombiano Johan Fernando R. C.
Era evidente para los agentes que se acababa de okupar la casa y por eso decidieron bajar a revisar los contenedores situados delante del edificio. En los cubos hallaron las pertenencias y ropa de Ricardo y su mujer. También descubrieron cuadros y otros objetos de la casa situados en la superficie más alta de la basura. No tenían nada encima, por lo que se demostraba que las bolsas acababan de ser arrojadas en esos contenedores.
El hijo de los dos ancianos, cuenta el diario El Mundo, subió de nuevo a la casa y se topó con una persona en la entrada del piso. Avisó rápidamente a la Policía. Era el okupa acompañado de una mujer. Los agentes identificaron al hombre cuyo nombre era el mismo que figuraba en el contrato falso de alquiler de la casa: Johan Fernando.
Fue detenido por los agentes por un delito de allanamiento de morada aunque se le podría vincular con otros ilícitos penales relacionados con la desaparición de objetos de la vivienda. El okupa confesó a los agentes que un amigo colombiano que vivía en la misma planta del edificio le avisó para entrar en la casa de los octogenarios al comprobar que ya no residían en el inmueble. Antes había estado de okupa en otros pisos de forma similar.