Tres mujeres han sido estranguladas en los últimos cinco meses en la Comunidad Valenciana y las tres fueron arrojadas después a una acequia. Aunque todavía no se puede hablar de que los asesinatos compartan el mismo modus operandi, Policía Nacional y Guardia Civil investigan si existe alguna relación entre estos tres crímenes que, por lo menos, sí que guardan ciertas similitudes y que se han producido en un mismo ámbito geográfico.
La última víctima es Olga Pardo, una mujer de 43 años cuyo cuerpo fue hallado el pasado miércoles en una acequia de la pedanía de Massarrojos, en Valencia. Según los resultados provisionales de la autopsia, la mujer habría sido estrangulada antes de ser arrojada al agua. El cuerpo sin vida fue encontrado por casualidad y llevaba al menos un día sumergido.
El caso recuerda al de Florina Gogos, la joven rumana de 19 años cuyo cadáver también fue hallado el pasado 30 de enero en una acequia, en este caso en las proximidades de la pista de Silla donde era prostituida. Los forenses también encontraron señales compatibles con un estrangulamiento.
Pero antes de estos dos casos se conocía el crimen de Alicia Valera, una funcionaria de la Administración de Justicia de 45 años cuyo cadáver apareció el pasado mes de noviembre en el canal de riego El Progreso, a escasos metros del núcleo urbano de La Hoya, pedanía de la ciudad de Elche (Alicante).
El examen forense dictaminó que fue estrangulada por la espalda, pero pocos más detalles han trascendido sobre las pistas que siguen los agentes, ya que el caso permanece bajo secreto de sumario y hasta la fecha no se han conocido avances en la investigación.
