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Antonio Robledo Díaz, de 38 años ha quedado parapléjico tras sufrir una caída mientras se encontraba saltando en una de las camas elásticas, instaladas en el Centro Comercial Málaga Nostrum de la capital andaluza, junto al hijo de su pareja, Eva Ordóñez.
Fue el propio niño quién avisó a su madre del accidente. Cuando junto al pequeño daba volteretas en la cama elástica, Antonio se fracturó una vértebra del cuello que se desplazó y dañó la médula, lo que le va a imposibilitar volver a caminar durante el resto de su vida.
"Avisa a mami, dile que venga", le pidió al niño cuando comprendió que no podía levantarse. Pero cuando Eva llegó junto a Antonio se negó a que nadie le moviese por miedo a empeorar su estado, según ha manifestado la propia mujer al malagueño Diario Sur.
Una enfermera que casualmente se encontraba en el mismo centro comercial se acercó a Antonio y cuando este le informó que sentía dolor en el brazo y sabor a sangre en la boca adelantó, antes de que llegara una ambulancia, que se trataba de "una lesión en el cuello".
Finalmente fueron policías y bomberos quienes se encargaron, durante más de una hora, del rescate del accidentado inmovilizándolo primero con una tabla y trasladándolo después a un colchón antes de introducirlo en la UVI móvil que lo trasladó al hospital.
Una vez en el Hospital Carlos Haya de Málaga se confirmó la fractura de la quinta vértebra cervical (C5), que se desplazó y dañó la médula. Se le intervino quirúrgicamente dos veces para colocarle una prótesis y una placa.
Actualmente, Antonio está ingresado en el Hospital de Parapléjicos de Toledo, pero, explica Eva, "no está despierto del todo" puesto que se encuentra sedado ya que tras la operación contrajo una neumonía.