Lleva sus bicicletas al taller y el mecánico las vende a escondidas por Wallapop y Cash Converters

J.G.F. ejecutivo y aficionado a las bicicletas, quería poner a punto sus dos bicicletas de montaña para recorrer la ruta de La Pinilla (Segovia), y según ha explicado al diario El Mundo, las llevó a su taller de confianza y, para su sorpresa, el mecánico se las robó para venderlas por Wallapop.

"Llevamos bicicletas muy especiales... La mía y la de mi hijo costaron más de 8.000 euros cada una", relata la víctima, quien asegura que el profesional de La Pinilla era de confianza; de hecho, "incluso me había tomado alguna que otra cerveza con él". Según explica, se encarga de los mantenimientos de la bicicleta una vez termina la temporada y comienza la de esquí.

Como otros años, el 9 de noviembre de 2021, J.G.F. acordó con el mecánico la puesta a punto de las dos bicicletas premium por un precio de 700 euros. Como el cliente estaba de obras en casa, pidió al trabajador guardar las bicicletas en su taller durante un mes, que se alargaron más de lo previsto. Cuando el pasado mes de junio reclamó sus bicicletas comenzaron los problemas.

"Primero me dijo que estaba en un curso y que ya me las daría. Las dos semanas siguientes le llamaba, pero no me cogía el teléfono. Hasta que probé desde otro móvil, y ahí sí respondió", aseguró el hombre en declaraciones a El Mundo. El mecánico le dijo que estaba en Andorra y J.G.F. decidió acercarse al local, que se encontró desmantelado.

El mecánico sigue trabajando en La Pinilla

Su círculo de ciclistas de La Pinilla empezó a investigar y dieron con las bicicletas. Una de ellas se vendió a través de Wallapop y otra  mediante un Cash Converters, ambas por casi 3.000 euros. "Entre las dos costaban más de 16.000 euros, son como los Ferraris de las bicis, no existen dos iguales. Y el que las compra sabe que son robadas, pero ninguna de las dos plataformas donde se vendieron comprobaron si era material sustraído", explica.

Fue entonces cuando J.G.F. decidió interponer una denuncia, mientras el mecánico seguía poniendo excusas para no quedar:  "No daba crédito, sobre todo por la traición y la mezquindad de una persona en la que tú has confiado", explica la víctima. El mecánico que sigue trabajando en La Pinilla, admitía en una conversación con El Mundo haber recibido las bicicletas, pactar una puesta a punto por 700 euros y devolverlas una vez finalizado el servicio. 

Ante las declaraciones, la víctima asegura que "no tiene vergüenza... La última vez que hablé con él fue el 29 de julio". Este apasionado del ciclismo confiesa que "este verano estoy pasando el duelo. Es como cuando fallece una mascota. La gente que no tenga bicicletas no lo entenderá. Cuando se me pase el dolor acabaré comprando otra". Respecto a si volverá a hacer las rutas por La Pinilla, J. G. F. lo tiene claro: "No voy a dejar de hacer cosas que me gustan porque gente mezquina haga estas cosas".