Mueren tres personas atropelladas por un conductor que triplicaba la tasa de alcohol

Tres personas fallecían el pasado martes 4 de abril tras ser atropelladas por un vehículo que se salió de la vía. Dos de ellas eran una madre de 42 años y su hijo de 19, ambos vecinos de Sestao, Cantabria, donde se encontraban paseando con otros miembros de su familia. La tercera víctima fue una mujer, vecina de Santo Domingo de la Calzada, La Rioja, de 68 años, que también se encontraban en el paseo peatonal continuo a la vía. Todos estaban alojados en el camping Somo Parque de Suesa.

El accidente tuvo lugar en la carretera autonómica CA-433 en la localidad de Suesa, en el municipio de Ribamontán al Mar, alrededor de las 20:00 horas en el punto kilométrico 0,6 de la carretera, según informaba Europa Press. Allí, el conductor habría perdido el control del vehículo, saliéndose de la carretera y atropellando a estas tres personas. 

Al lugar de los hechos se desplazaron la Guardia Civil, mantenimiento de Carreteras, técnicos de Interior del Gobierno de Cantabria y un equipo de apoyo psicosocial de Cruz Roja. A su llegada, el personal médico confirmó el fallecimiento de dos de las personas, mientras que una tercera se encontraba en estado crítico, falleciendo pocos minutos después. 

Según se ha conocido estos días, el conductor era un hombre de 73 años que conducía bajo los efectos del alcohol y que también dio positivo en cannabis. Se le investiga como responsable de un delito de homicidio por imprudencia grave y de un delito contra la seguridad del tráfico. El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Santoña, acordaba el pasado miércoles mantener en libertad provisional sin fianza al detenido por el atropello en el que fallecieron estas tres personas.

Tras tomarle declaración, en la que solo contestó a las preguntas de su abogado, el juez, Carlos Miguel Arcay, le dejó en libertad y le impuso la obligación de comparecer ante el juzgado semanalmente, la prohibición de salir del territorio nacional y la retirada cautelar del permiso de conducción.

El juez recordó que la medida de prisión provisional que pedían la Fiscalía y la acusación particular no tiene como finalidad "cumplir por adelantado la pena que, eventualmente, se imponga al investigado", sino que con ella se trata de "evitar la reiteración delictiva y el riesgo de fuga".

En este caso, el magistrado consideró que la prisión provisional "no se considera proporcional" y sí "adecuada" la obligación de comparecer semanalmente, la prohibición de salir del país y la retirada del permiso de conducción. Y es que "no constan antecedentes penales" del investigado y además "se trata de una persona de edad avanzada, conocida en la localidad, sin excesiva capacidad de escapatoria si se impone una medida de personación semanal en el juzgado, así como la retirada del permiso de conducir, dada la situación de siniestro de su vehículo".

A ello añadía que, si se tienen en cuenta las manifestaciones del detenido y la documentación médica aportada, la medida de prisión ahondaría en la "situación mental delicada que se le presume al investigado".

Según se desprende del auto, el hombre circulaba con una tasa de 0,73 mg/l de alcohol en sangre, triplicando la tasa permitida, a una "indeterminada velocidad" superior a la reglamentaria, que era de 50 kilómetros por hora. Al entrar en una curva "habría perdido el control del vehículo, se habría salido de la vía, atropellando a tres personas que deambulaban por el carril peatonal, para posteriormente chocar contra un contenedor, salir rebotado al centro de la vía y, sin poder evitarlo a pesar de dar un volantazo, chocar a otro vehículo, saliendo posteriormente de la vía y estrellándose contra un árbol".

Asimismo, testigos del accidente señalaron como causa del accidente la alta velocidad del vehículo. En concreto, los dueños del establecimiento, Emilio Valle y su hijo Eneko, quienes se mostraron indignados y muy afectados por lo ocurrido, ya que "la cosa aún podría haber sido peor", debido a que en esa zona había más peatones y vehículos, apuntaron en declaraciones a la prensa que esta tres personas estaban paseando por el carril bici cuando el conductor, que circulaba a "mucha velocidad" los arrolló. "Los reventó, los mandó volando por los aires y los dejó crujidos", explicó Emilio.

Según afirmaban, el conductor ya había tenido "varios accidentes" previamente y había circulado a gran velocidad y de forma peligrosa antes del accidente de ese martes. Las víctimas, clientes habituales del camping, eran "buena gente", añadían, lamentando que por el historial del conductor "se veía venir".