Antes de la pandemia la ocupación ilegal de viviendas en España había aumentado un 40,7% en los últimos cuatro años, según los datos del Ministerio del Interior y la tendencia de este drama social se está disparando tras la crisis sanitaria.
Ante esta situación muchos ciudadanos se preguntan qué pueden hacer si entran okupas en una vivienda de su propiedad y la respuesta pasa por es vital actuar en las primeras 48 horas de la ocupación ya que en ese periodo la policía tiene la capacidad de desalojar a los ocupantes indeseados de la vivienda sin necesidad de orden judicial, por lo que la primera medida que debemos adoptar ante una posible ocupación es llamar a la Policía Nacional para que los desaloje inmediatamente.
Pasadas 48 horas de permanencia de los okupas en la vivienda, esta tendrá la consideración de su domicilio y por tanto los okupas adquieren el derecho a la inviolabilidad del domicilio que consagra el artículo 18 de la Constitución y por ese motivo, a partir de aquí sólo un juez podrá acordar la entrada en la vivienda o el desahucio.
Por supuesto, igual que lo sabemos nosotros los okupas también lo saben y han buscado un curioso truco para utilizarlo a su favor como prueba. La policía lo conoce como el truco de 'pedir una pizza' o cualquier otros tipo de comida a domicilio, según explica el portal inmobiliario Idealista donde se aclara que de esta forma los okupas pueden disponer de un ticket antes de entrar a la vivienda para justificar posteriormente que están residiendo en ella y evitar así el desalojo inmediato.
Se pide la pizza por teléfono y se da la dirección del piso que se va a ocupar. Cuando llega el repartidor los okupas le están esperando en la calle, recogen el pedido, lo pagan y reciben a cambio un ticket en el que figura la fecha de recepción y la dirección del piso que dos días después ocuparán. De esta forma se evita el desalojo instantáneo y el caso pasa a ser dirimido por una justicia cuyos tribunales están sobrecargados de trabajo con lo que el fallo puede dilatarse durante años. Años en los que el propietario legal de la vivienda no podrá acceder ni disponer de ella.
De este modo, un simple ticket de un pedido de comida a domicilio puede servir a los okupas para mantenerse impunes dentro de cualquier domicilio al que consigan acceder.
Sobre el autor:
Antonio Castillejo
Antonio Castillejo es abogado y periodista. Comenzó su carrera profesional en la Agencia Fax Press dirigida entonces por su fundador, Manu Leguineche, en la que se mantuvo hasta su desaparición en 2009. Especializado en información cultural y de viajes, desde entonces ha trabajado en numerosos medios de prensa, radio y televisión. Actualmente volcado con los mayores en 65Ymás desde su nacimiento.