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Las auxiliares de ayuda a domicilio de Huétor Tájar, en Granada, se han convertido durante la pandemia de Covid-19 en carteras. Y todo gracias a una preciosa iniciativa puesta en marcha por los servicios sociales del Ayuntamiento de esta localidad.
Desde hace unas semanas, vecinos mayores de este municipio granadino, algunos de ellos de más de 90 años, escriben cartas a otros ancianos. Y es que llevan más de un año sin verse debido a las restricciones por la pandemia de coronavirus. En ellas, se cuentan anécdotas o recuerdos del pasado, y se mandan cariñosos mensajes con la esperanza de poder verse muy pronto. Posteriormente, son las auxiliares de ayuda a domicilio las encargadas de hacerlas llegar a sus destinatarios. En muchos casos, ellas son el único contacto con el mundo exterior de estas personas.
“A ver si una tarde, cuando pase esto del virus, nos vemos como antes y nos tomamos un cafelillo, como en los viejos tiempos”, dice una de las participantes. “Soy rubia, guapetona y de buen ver”, así se define esta vecina de 85 años en la carta que escribe a su amiga, por si ya no se acuerda de ella. En cambio, la mujer le contesta con una anécdota del pasado. “Mi niña iba todas las tardes con un vasito y se lo llenabas de leche recién ordeñada, aun se acuerda de ese detalle tan bonito que tenías con ella”, escribe, emocionada.
La directora de los Servicios Sociales Comunitarios Huétor Tájar-Montefrío, Paqui Fernández Mantas, explica que "este proyecto está siendo una experiencia muy emocionante". "Sirve para ayudar a nuestros mayores a mantener su mente activa. También a tener una ventana abierta al exterior, en un año muy difícil. Muchos de ellos apenas han salido a la calle”, apunta.
Tras la carta, videollamada
Este taller recibe el nombre de ¿Quién soy?. Una vez que el destinatario de la carta la recibe y contesta al remitente, se organiza una videollamada entre ellos. A través de las auxiliares de ayuda a domicilio, se organiza una videollamada por WhatsApp para que se vean. Así, comprueban si se acuerdan de ellos y hablan del pasado. “Esto es especialmente útil en personas con algún tipo de deterioro cognitivo, como Alzheimer. Además, supone una experiencia con una fuerte carga emocional para nuestros usuarios”, señala la concejal de Bienestar Social de Huétor Tájar, Encarni Redondo.
Esta actividad es uno de los talleres que los Servicios Sociales Comunitarios hueteños han puesto en marcha desde que comenzó la pandemia. Gracias a él, promocionan la autonomía de los usuarios de ayuda a domicilio y combaten el gran deterioro cognitivo, emocional, social que la pandemia ha provocado en los mayores.
También hay talleres de fotografía, dibujo o música, “con los que pretendemos que estos mayores cambien el foco de sus pensamientos y sean más positivos, y así mejorar su estado de ánimo”.