Rosa Roch
Rosa Roch es redactora especializada en temas de salud, alimentación y gastronomía.
… saber más sobre el autorVer la ruedecita que indica que nuestro portátil, tableta o móvil está intentando cargar la página o la aplicación que queremos abrir es agotador, nos pone de los nervios e, inevitablemente, de mal humor. No obstante, cuando nuestra conexión a internet es lenta la culpa no es siempre del operador, también puede ser nuestra. Te explicamos algunos errores comunes que pueden hacer que tu wifi, la conexión sin cable o también llamada inalámbrica, vaya lenta.
Es importante entender el funcionamiento del router y la red wifi. La wifi es un sistema de transmisión de datos que puede verse obstaculizada por interferencias u obstáculos. Por este motivo, es importante que, antes de llamar al operador, realices una serie de comprobaciones para ver que todo esté en las condiciones óptimas para tener una buena conexión y no seas tu mismo o misma quien haya puesto obstáculos en tu propia conexión.
Empieza haciendo un test de velocidad (puedes hacerlo aquí). Si estando cerca del router el test indica que tienes igualmente poca velocidad, conecta un ordenar al router con un cable de red y vuelve a hacer el test. Si la velocidad es igualmente baja tendrá que llamar al operador porque hay un problema en la conexión.
Si por el contrario la velocidad de navegación es más alta cuando estás conectado al router con un cable, o delante de él sin cable, las causas más comunes pueden ser otras.
El router emite una señal de manera circular. Si lo ubicas en un extremo de la casa perderás la mitad de su transmisión, mejor ponerlo en la zona central de la casa y a ser posible en una zona elevada, pues las ondas tienden a descender. Lo mismo ocurre si lo tienes colocado dentro de un armario, por ejemplo, el de la televisión, detrás de ella o cerca de otros electrodomésticos, o si la wifi ha de traspasar paredes que tengan tuberías de agua, la señal se verá resentida.
No es necesario orientar las antenas del router hacia el ordenado. Estas emiten una señal perpendicular a su verticalidad con lo que es mejor que apunten hacia el techo.
Las conexiones wifi se emiten por canales, similar a lo que hace la tele. Si el router emite a través de un canal utilizado por muchas otras personas cercanas a tu ubicación, por ejemplo, los vecinos, la señal se verá saturada e irá más lenta o tendrá interferencias. Intenta cambiar de canal por otro menos ocupado. Para comprobar si el canal está saturado existen aplicaciones como Wifi Analyzer para Android o NetSpot para iPhone que te ayudarán.
Tras comprobarlo si has de cambiar de canal, la cosa es algo más complicada, pero siempre puedes contar con la ayuda de tu operador:
Acceder al router de forma fraudulenta a través de los datos de acceso de fábrica puede resultar muy fácil para un vecino espabilado. Si alguien entra a internet a través de tu red wifi, tu velocidad de conexión se verá afectada y ese será tu problema menos grave. Es importante cambiar e imprescindible para evitar estas intrusiones, cambiar la contraseña de la wifi a través de la configuración del router y hacerlo periódicamente. También la contraseña de acceso al router.
La tecnología avanza a pasos agigantados y también lo hace la wifi. Desde que esta llegó a nuestros hogares, los routers han estado funcionando con ondas de 2,4 gigahercios (2,4 GHz), pero desde hace algo más de dos años, y por las necesidades que los aparatos tecnológicos demandan, existen routers que emiten a doble banda, a 2,4 GHz y a 5 GHz (mal llamada wifi 5G que no tiene nada que ver con el nuevo sistema de telefonía móvil). Estos routers que emiten a 5GHz tienen como ventaja que la conexión es más rápida y está menos saturada, pero, a la vez, también es más frágil y sensible a los obstáculos en el camino de las ondas, especialmente si hay paredes entremedio. Para solucionarlo puedes incorporar a la casa algún repetidor de señal wifi.
Al igual que pasa con los móviles, los routers también necesitan actualizar el firmware o software con mejoras, funcionalidades u optimizaciones. No actualizarlo puede ralentizar tu conexión. Si tienes acceso a la configuración del router, en el apartado “Sistema del aparato” verás si hay alguna actualización pendiente de realizar. Si no está actualizado, desde ahí podrás hacerlo.
Algunos de estos consejos son fáciles de llevar a cabo y otros pueden parecernos complicados, especialmente si uno no está muy metido en temas tecnológicos. Ante cualquier duda, especialmente a la hora de entrar en la configuración del router, piensa que todas las operadoras tienen un servicio técnico telefónico que puede revisar nuestra conexión al momento.