¿Aún con cintas VHS? Guía para pasarlas a tu ordenador

En los años 80, y en buena parte de los 90 del siglo pasado el cine invadió nuestros hogares gracias a la popularización de los reproductores y cintas de VHS. Un sistema de doméstico que nos permitía tanto disfrutar de películas como poder grabar nuestros programas de televisión favoritos y, si tenías una cámara específica, guardar los mejores recuerdos de fiestas familiares, viajes, etc.

Luego llegaron los sistemas digitales, con el DVD como primer sustituto, y las cintas quedaron almacenadas en cajas en el trastero. Aunque aún conservemos el reproductor para visualizar de vez en cuando nuestras cintas, lo cierto es que el tiempo las afecta enormemente, y su calidad va disminuyendo. Es el momento de guardar su contenido para la posteridad en un formato digital, y el primer paso que debemos hacer es pasarlas a nuestro ordenador.

No es una tarea complicada, pero sí se requerirá tener tres elementos básicos: un reproductor de cintas VHS, un ordenador y un cable o conversor que conecte ambos dispositivos.

El conversor se puede adquirir en tiendas de electrónica o bien por Internet, en páginas como Amazon o similares a partir de 11 o 12 euros. Dicho cable tiene en un extremo tres conectores tipo RCA hembra, de tres colores (blanco, rojo y amarillo) y otro conector tipo S-video, que es más grueso y de color negro. En el otro extremo tendrá un conector tipo USB para acoplarlo al ordenador.

Estos conectores suelen traer un programa o software para instalar en el ordenador, y que nos ayudará a convertir la señal que transmita el reproductor VHS.

También podemos encontrar en Internet programas de uso gratuito como Virtual VCR.

Una vez preparado el ordenador con el software, y conectado el conversor con el reproductor, apretamos el Play y las imágenes aparecerán en la pantalla del ordenador en la ventana de visualización del programa que hayamos instalado. Pulsaremos la opción de ‘Capturar vídeo’ y comenzará a generarse un fichero en nuestro ordenador que luego, posteriormente, podríamos pasar a un CD, a un DVD o a un pendrive.