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Tecnología
Hansel y Gretel inspiran cómo buscar hogar para los colonos de Marte
Ingenieros de la Universidad de Arizona han desarrollado una tecnología que permitiría a grupos de robots explorar entornos subterráneos de otros mundos que puedan usarse como hábitats.
"Los tubos de lava y las cuevas serían hábitats perfectos para los astronautas, porque no hay que construir ninguna estructura y están protegidos de la radiación cósmica dañina, así que lo único que hay que hacer es hacerlos bonitos y acogedores", explica en un comunicado Wolfgang Fink, profesor asociado de Ingeniería Eléctrica e Informática de la UArizona.
Fink es el autor principal de un nuevo artículo publicado en Advances in Space Research que detalla una red de comunicaciones que enlazaría vehículos exploradores, aterrizadores lacustres e incluso sumergibles a través de una red denominada de topología de malla, lo que permitiría a las máquinas trabajar en equipo, independientemente de la intervención humana.
Según Fink y sus coautores, este planteamiento podría contribuir a resolver uno de los grandes retos tecnológicos espaciales de la NASA, al ayudar a superar la limitada capacidad de la tecnología actual para atravesar con seguridad los entornos de cometas, asteroides, lunas y cuerpos planetarios.
Haciendo un guiño al cuento de hadas "Hansel y Gretel", los investigadores bautizaron su concepto pendiente de patente con el nombre de paradigma de "red de comunicaciones desplegada dinámicamente al estilo de las migas de pan", o DDCN.
"Si recuerdas el libro, sabrás que Hansel y Gretel dejaron caer migas de pan para asegurarse de que encontrarían el camino de vuelta", explica en un comunicado Fink, fundador y director del Laboratorio de Investigación de Sistemas de Exploración Visual y Autónoma de Caltech y la UArizona. "En nuestro caso, las 'migas de pan' son sensores miniaturizados que se montan en los vehículos exploradores, que los despliegan a medida que atraviesan una cueva u otro entorno subterráneo".
Los vehículos exploradores, que controlan continuamente su entorno y saben dónde se encuentran en el espacio, avanzan solos, conectados entre sí mediante una conexión de datos inalámbrica, desplegando nodos de comunicación por el camino. Cuando un vehículo detecta que la señal se está desvaneciendo pero sigue dentro de su alcance, suelta un nodo de comunicación, independientemente de la distancia que haya transcurrido desde que colocó el último nodo.
"Uno de los aspectos nuevos es lo que llamamos despliegue oportunista: la idea de que se despliegan las 'migas de pan' cuando es necesario y no según un calendario previamente planificado", explica Fink. En todo momento, no es necesaria la intervención del vehículo nodriza; cada vehículo subordinado tomará esa decisión por sí solo, añadió Fink. El sistema puede funcionar de dos maneras, explicó Fink. En una de ellas, el vehículo nodriza actúa como receptor pasivo, recogiendo los datos transmitidos por los vehículos de exploración. En la otra, el vehículo nodriza actúa como orquestador, controlando los movimientos de los vehículos como si fuera una marioneta.