Manuela Martín
Tecnología
¿Cambio de pantalla o me compro un móvil nuevo?
Esto es lo que debes tener en cuenta si se ha roto la pantalla de tu móvil
5.761 pantallas se rompen por hora en Estados Unidos que suponen más de 3400 millones de dólares en reparaciones. Con estas cifras observamos que, aunque es uno de nuestros dispositivos electrónicos por excelencia y que más mimamos, los accidentes ocurren.
Y es que las pantallas son las partes de los teléfonos móviles de hoy en día que más expuestos están: ocupan la mayor parte del dispositivo, las necesitamos para encender y apagar el móvil, para hacer fotos, para escribir, etc. Todo gira en torno a ellas y, por lo tanto, son las que más riesgos tienen de ser dañadas o golpeadas y, por lo tanto, de romperse.
Hay datos que apuntan que en nuestro país se reparan al año 4,7 millones de dispositivos, pero ¿realmente merece la pena repararlos siempre? A continuación, vamos a tratar de analizar qué es preferible hacer cuando se nos rompe la pantalla de nuestro teléfono móvil.
Arreglar o no una pantalla dependerá en gran medida de la antigüedad del teléfono, el modelo, el número de reparaciones por el que ya ha pasado o la marca de este. Todo ello nos servirá para valorar si realmente merece la pena pagar por el cambio de pantalla o no, ya que hay modelos en el mercado cuyo arreglo supone la mitad del coste de un terminal nuevo.
Establecimientos oficiales
En el caso de que se nos rompa la pantalla de un teléfono que hemos comprado recientemente y por lo tanto es un modelo nuevo, nuestro consejo es que cambies la pantalla en un establecimiento oficial. Con ello, aunque paguemos un precio un poco más elevado nos aseguramos de que, tanto el material como la mano de obra son de calidad y especializados, ya que nadie mejor que ellos conocerán sus propios productos.
Además, el hacerlo en un establecimiento oficial nos asegurará una durabilidad de la nueva pantalla con garantía.
Los establecimientos no oficiales no siempre nos asegurarán que la calidad de la nueva pantalla, ni la mano de obra, ni la garantía sean las adecuadas. En este caso, primará el precio, el cual será menor.
¿Pantalla o teléfono nuevo?
Aunque todo dependerá del bolsillo de cada uno, hay ocasiones en las que no merece la pena el cambio de pantalla.
Por ejemplo, si nuestro teléfono móvil es un modelo muy antiguo, es posible que cambiemos la pantalla la cual supondrá un coste importante tanto en un sitio oficial como no, y al poco tiempo tengamos otra avería derivada de la batería, el sonido o cualquier otro problema. Ello se debe a que los teléfonos tienen una vida útil y, antes de arreglarlos, siempre es bueno valorar si nuestro móvil está llegando al final de sus días y, por lo tanto, detrás del cambio de pantalla vendrán otros miles de arreglos que nos indicarán la necesidad de cambiar de teléfono móvil antes de arruinarnos.
Sin embargo, si nuestro teléfono es nuevo y aún tiene mucha vida útil es preferible cambiar la pantalla en lugar de comprar otro teléfono. Eso sí, cuidado con el modelo y la marca, ya que en la actualidad hay ciertas pantallas con una tecnología tan alta cuyo coste del cambio de pantalla puede suponer casi el 40% de lo que nos costaría un nuevo móvil y en estos casos, es preferible abrir la hucha y valorar si comprar otro y, en ese caso, empezar a utilizar un protector de pantalla y funda y cuidarlo más si no queremos otro disgusto.