Casas sensorizadas para velar por la seguridad de los mayores que viven solos

Más de 2 millones de personas mayores de 65 años vivían solas en sus casa en el año 2020 en España. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), esta cifra se incrementó en un 6,1% respecto al año 2019. En este contexto, el Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universidad de Valladolid (@UVa_es) y el centro tecnológico CARTIF (@CARTIFCT), han desarrollado un sistema de sensores capaz de reconocer en tiempo real las actividades que los mayores realizan diariamente, así como aquellos comportamientos no deseados. De esta manera, el sensor es capaz de controlar sus hábitos, y sus problemas (como posibles caídas), mejorando su seguridad. 

Según explican desde la página web de CARTIF, este sistema permitirá a médicos y terapeutas podrían " conocer los hábitos que tiene una persona mayor en su día a día. Pueden cerciorarse de que la persona está realizando correctamente las pautas de medicación a las horas correctas, por ejemplo, o conocer algún tipo de trastorno alimenticio si este no realiza de manera apropiada las comidas del día", asegura Raúl Gómez, investigador de CARTIF y del Instituto de las Tecnologías Avanzadas de la Producción. 

El dispositivo sería especialmente beneficioso para las personas que padecen enfermedades neurodegenerativas como el párkinson o el alzhéimer. Pero a pesar de sus beneficios, el mayor obstáculo de este dispositivo es que muchas personas sienten que su intimidad se ve alterada, algo que los investigadores han tenido en cuenta: "La presencia de los sensores no intrusivos que hemos escogido genera menor rechazo entre las personas mayores que el uso de otro tipo de tecnologías, como pueden ser cámaras o micrófonos. Nuestra tecnología recoge información que no está asociada directamente a una persona. Es decir, no utilizamos por ejemplo la imagen de una persona recogida mediante una cámara ya que lo consideramos muy intrusivo. Optamos por sensores que monitoricen eventos que ocurren dentro de la casa, como puede ser la apertura de una puerta o armario o la detección de un movimiento en un determinado pasillo. Esto permite que las mediciones sean transparentes para el usuario", explicaba Gómez en la revista Sensors.

Casas sensorizadas

El sistema que proponen los investigadores está formado por 28 sensores de movimiento, 3 de puerta (colocados, por ejemplo, en cajones y armarios) y 2 de temperatura repartidos por toda la casa. En total 33 sensores que registran los cambios de estado para informar de un posible problema, entre ellos la hora en la que tuvo lugar, el sensor que se ha visto afectado, el nuevo estado del mismo, y el inicio o final de una actividad. Raúl Gómez ha puesto un ejemplo del funcionamiento: "Si se está detectando presencia dentro de una determinada habitación, como puede ser la cocina, es muy poco probable (por no decir imposible) que la persona se está duchando ya que no se encuentra en el cuarto de baño. Para conocer la actividad que se está realizando en un determinado momento, se utiliza además información de lo sucedido con anterioridad. Por esta razón, nuestro sistema no tiene en cuenta la actividad que se ha realizado anteriormente, sino los eventos anteriores que han ido sucediendo dentro de la casa".

Gracias a los infrarrojos pasivos se podrá conocer el área de la casa ocupada por el usuario. Lo bueno de estos aparatos es que son fáciles de instalar, si hay mascotas en casa no supondría ningún problema, y son de bajo consumo. 

Por otro lado, están los interruptores de contacto que detectan cuando la personas sale de casa, abre el frigorífico o los armarios. Los sensores de temperatura detectan cuando la persona está cocinando o duchándose.

El futuro de las casa sensorizadas

A día de hoy, el equipo está creando una base de datos propia que recoja alguna de las actividades que los mayores realizan más frecuentemente en sus hogares. 

Otro de los retos de estos dispositivos es conseguir monitorizar las viviendas de los mayores. Además, Gómez ha explicado que están "planteando un sistema de toma de decisión ante las actividades que está realizando la persona mayor. Por ejemplo, si se le ha olvidado tomar las medicinas, se podría elaborar un sistema que se lo recuerde, y si sigue sin hacerlo, llamar al sistema sanitario de forma automática".

Esta investigación supone un paso más para conseguir que las personas más mayores mejoren su autonomía personal, y puedan alargar su independencia durante más tiempo: "Es muy importante que nuestros mayores se sientan independientes para que su estado de ánimo sea bueno y saludable. Además, contar con un sistema capaz de informar de forma automática al servicio de emergencias cuando ha ocurrido algo dentro del hogar de una persona mayor que vive sola puede ser muy beneficioso y puede salvar vidas", concluye Gómez.