¿Tu móvil no responde? Te enseñamos un truco para forzar el reinicio del terminal

Los teléfonos móviles actuales son como pequeños ordenadores, con más potencia que los que utilizábamos hace unos cuantos años, pero en un tamaño mucho más reducido. Algunos de ellos, incluso, se pueden convertir en ordenadores. Debido a la tecnología con la que cuentan en su interior, así como a los cientos de circuitos y componentes que son capaces de albergar, en momentos puntuales, debido a diversos fallos, pueden quedarse congelados sin capacidad de respuesta ante ninguna acción.

Esto ocurre, por ejemplo, cuando hacemos un uso intenso del terminal o cuando lo exponemos a temperaturas muy altas durante periodos de tiempo prolongados.

¿Qué puedo hacer cuando mi móvil no responde?

Hace unos años, cuando esto ocurría era tan fácil como extraer la batería del terminal y reiniciar el mismo. De esta manera, nuestro teléfono móvil volvía a funcionar con normalidad. 

Actualmente, debido a que la mayoría de los teléfonos móviles que existen en el mercado no se pueden desmontar y cuentan con cada vez menos botones, resulta más complicado poder forzar el reinicio. En la gran parte de los terminales, para poder llevar a cabo esta acción tendremos que pulsar dos botones de manera simultánea durante unos cuantos segundos. De esta manera, podremos comprobar cómo la pantalla de nuestro terminal se vuelve completamente negra y comienza a reiniciar el dispositivo. 

Sin embargo, ¿cómo puedes saber cuáles son los botones que tienes que pulsar para forzar el reinicio? 

Botón de encendido + botón de bajar el volumen

Pese a que la combinación de botones dependerá de la marca del terminal, en la gran mayoría de los casos será suficiente pulsando el botón de encendido/apagado + el botón de bajar el volumen. Es la combinación estandard para la mayoría de los fabricantes.
Lo único que tienes que tener en cuenta es que ambos botones tienen que permanecer pulsados durante unos 10 segundos, hasta que el teléfono se reinicie por completo. 

No te preocupes, pues en ningún momento vas a borrar nada del terminal realizando esta acción. Lo único es que si estabas enviando un mensaje o escribiendo un mail, puede que no se haya quedado guardado y tengas que volver a escribirlo.

El método tradicional, ¿lo conoces?

Por mucho que avance la tecnología, a algunos de los remedios que utilizábamos antaño todavía les queda mucho camino por recorrer. Examina bien tu teléfono móvil, lo más probable es que en alguna parte del dispositivo observes como hay un pequeño agujero de un diámetro no superior al de un alfiler. Si te preguntas para qué es, está especialmente diseñado para cuando nos encontramos ante esta situación.

Si todavía conservas la caja de tu terminal, comprueba su interior. Lo más probable es que encuentres un pequeño accesorio pensado para introducirlo por este orificio. En el caso de que no lo encuentres, o no conserves la caja, prueba con un alfiler. Introdúcelo de manera suave, sin ejercer demasiada presión, hasta que veas como la pantalla se vuelve completamente negra y el terminal comienza a reiniciarse. 

Debido al tamaño y a la sensibilidad de este botón, no conviene utilizarlo en exceso. Reserva su uso para los momentos en los que no te sirva ninguna otra solución.