Comunidades de vecinos que se organizan para compartir wifi: ¿nueva tendencia?

“Robar” la WiFi de un vecino es algo muy sencillo, sobre todo si la contraseña del router de la víctima es la que viene predefinida por el fabricante. Además, quien sufre este tropelía no suele enterarse a no ser que vea muy reducida su velocidad de conexión y empiece a sospechar. Pero esta desconfianza podría tener los días contados si prosperan las iniciativas de comunidades de vecinos que se han planteado compartir el acceso a Internet. En esta misma línea, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC @CNMC_ES) ha desvelado que un operador de comunicaciones ya se ha dirigido a la entidad para preguntar si la normativa actual le permitiría ofrecer sus servicios de manera comunitaria.

Llegar a acuerdos entre vecinos de un edificio para compartir WiFi no es novedoso. La CNMC ya recibió hace años la notificación de una comunidad que quería compartir los gastos del acceso Internet y para ello pretendía contratar a una operadora de telecomunicaciones y distribuir la señal mediante la red eléctrica (PLC) y wifi. La red estaría cifrada con una contraseña para que sólo pudieran acceder los vecinos, que “no tenían ánimo de lucro y entre todos sufragarían los costes de la red”. Pero recientemente la Comisión ha recibido también la consulta de un operador que preguntaba “si el marco regulatorio actual de telecomunicaciones permite la prestación de un servicio de acceso a Internet y Telefonía IP a una comunidad de vecinos (…)”.

Sin restringir derechos de los vecinos

La respuesta de la CNMC es que considera que “se trata de un servicio de comunicaciones electrónicas que el actual marco normativo permite ofrecer a un operador único a una comunidad de vecinos”. Para poder establecer una red WiFi y el servicio de acceso a Internet a un complejo inmobiliario, el operador debe estar inscrito en el Registro de Operadores, y la empresa que ha realizado la consulta lo está para prestar los servicios de proveedor de acceso a Internet, reventa del servicio vocal nómada y operador móvil virtual en la modalidad de prestador de servicios. Pero la CNMC le recuerda que, además de que “cualquier servicio que desee incorporar a su oferta, deberá notificarlo a la Comisión antes de iniciar su prestación tal como establece la Ley General de Telecomunicaciones”, debe tener en cuenta lo siguiente:

–Aunque el acceso a Internet sea compartido, el operador debe, directa o indirectamente, distinguir las comunicaciones que establezca cada uno de los miembros de la comunidad de vecinos mediante los servicios de comunicaciones electrónicas que le hayan contratado.

–El uso de Infraestructuras comunes de telecomunicaciones para establecer elementos de la red descrita en la consulta no debe entorpecer ni limitar el acceso de otros operadores para ofrecer sus servicios a los usuarios finales.

–Derecho del usuario a elegir el proveedor que estime oportuno. Aunque el servicio de este operador vaya dirigido a toda la comunidad, cada vecino podrá cambiar de operador, celebrar o resolver contratos con otros operadores sin que la instalación de este operador o el contrato firmado por su comunidad de propietarios puede limitar o restringir estos derechos.

Por último, la CNMC respondió al operador en cuestión que “las ofertas comerciales de productos específicos para comunidades de vecinos han de ajustarse a la normativa sectorial de telecomunicaciones, y en especial, que no se restrinja el derecho de los usuarios finales a cambiar de operador o el acceso de otros operadores en las edificaciones”. Así que, quien sabe si en un futuro no muy lejano ya no tendremos que preocuparnos por proteger nuestra WiFi.