Nuevos conceptos tecnológicos necesarios para comprender el futuro

El mundo avanza a un ritmo que hace unos años ni imaginábamos y en parte “la culpa” de esta evolución acelerada se debe a las nuevas tecnologías. Dentro de este concepto se engloban los desarrollos y proyectos que tienen su materialización en programas, procesos y aplicaciones dentro del mundo de la informática y la comunicación. Cada vez surgen nuevos términos que hacen referencia a desarrollos tecnológicos con usos que en su mayoría están centrados en facilitar la vida de los habitantes de este planeta. Ahora bien, entre tanta novedad a veces es fácil perderse, sobre todo, cuando cada cierto tiempo surgen ideas que no hace mucho podrían hasta catalogarse como de ciencia ficción. Estos son algunos de esos nuevos conceptos con los que conviene familiarizarse.

LiFi

LiFi significa Light Fidelity, un sistema de transmisión de datos mediante luz visible o Visible Light Communication (VLC). La aparición de este método realmente no es una novedad pues lleva muchos años investigándose, pero ahora comienza a vislumbrarse como una posible alternativa al wifi. Se basa en transmitir datos a frecuencias entre 400 y 800 THz en espacios abiertos o para que quede más claro: se trata de propiciar el intercambio de información gracias al uso de bombillas LED a la vez que estas cumplen su misión de iluminar un lugar. Para ello solo habría que introducir unos dispositivos especiales en las bombillas, y preparar tecnológicamente los aparatos electrónicos que quisiéramos usar con este método.

Las bombillas LED se apagan y encienden millones de veces por segundo pero el ojo humano es incapaz de detectar estos parpadeos, y son capaces de enviar datos 100 veces más rápido que el wifi tradicional. Esta tecnología se podría instalar en gran cantidad de sitios como por ejemplo en los aviones y no generaría interferencias durante el despegue o los aterrizajes.

Cargadores Qi o inalámbricos

Los cargadores inalámbricos o sin cables se están asentando poco a poco en el mercado. Quizá a un ritmo algo más lento de lo deseado, tal vez porque en la actualidad no todos los móviles permiten la carga inalámbrica y a veces si no se dispone de la tecnología adecuada la velocidad de carga es lenta. Además, este accesorio se debe comprar aparte en el caso de que nuestro aparato lo admita y estemos interesados.

Este sistema utilizan un sistema de carga basado en el electromagnetismo, es decir, el propio soporte de carga crea un campo electromagnético que capta el teléfono móvil cuando entra en contacto con el mismo. Es por ello, que tanto el cargador como el móvil deben tener unas bobinas de inducción electromagnéticas.

El principal inconveniente es que todavía no existe un estándar universal, aunque el que más se utiliza es el estándar de carga Qi. A día de hoy es el mayoritario y el más empleado por este tipo de cargadores.

"Brainjacking" o pirateo de neuroestimuladores

Dentro del campo de la neurología existe una terapéutica basada en la estimulación cerebral profunda, un procedimiento que utiliza neuroestimuladores que se colocan en el cerebro para enviarle impulsos eléctricos. Es una tecnología que se está empleando en enfermos de Parkinson, pero también para el abordaje de los dolores crónicos, la depresión o el trastorno obsesivo compulsivo.

Pues bien, el Brainjacking consiste en el hackeo de estos implantes médicos. Esto supone que los cirberdelincuentes podrían atacar a estos dispositivos que se han mostrado vulnerables, provocando por ejemplo que la información médica del paciente cayese en manos indeseadas o incluso hasta sería posible que los manipularan de tal modo que provocasen un perjuicio para la salud de los portadores. Por este motivo los investigadores están buscando fórmulas que mejoren sus claves de cifrado, que es por dónde tiene acceso estos delincuentes, y su seguridad, en general.

Impresión por adición o 3D

De esta forma de imprimir se lleva hablando ya un tiempo, y aún se desconoce cuál va a ser su papel en los hogares. Se basa en la creación de objetos físicos mediante una serie de materiales que se superponen en capas siguiendo las instrucciones de un modelo digital previamente introducido en la impresora. Además de este aparato, se necesita un software específico que es el que elabora digitalmente el elemento a imprimir, y los cartuchos que contienen el material termoplástico del que va a estar hecho este.

Sus aplicaciones son muy variadas. Cada cierto tiempo escuchamos que una impresora 3D ha dado lugar a algún producto cuando menos llamativo como desde prótesis médicas, piezas complejas del engranaje de una máquina o simplemente joyas, elementos decorativos o maquetas.

Lo más destacable de estas impresoras es la versatilidad de los productos que pueden imprimir que en algunos casos están permitiendo que salgan adelante proyectos de particulares, que sin este medio probablemente no hubieran podido sacar adelante. Aún queda mucho camino por delante, en la medicina por ejemplo la tecnología 3D apunta fuerte, pues ya se ha probado con la creación de tejidos y se están viendo la posibilidad de reproducir órganos.

Robots arquitectos o arquitectura autónoma

Este concepto tiene que ver algo con el anterior porque hace alusión a esos robots que ya hemos visto en algunas imágenes y que se dedican a construir ellos solos casas enteras. Por el momento no son muy grandes, se trata de viviendas unifamiliares de pequeñas dimensiones, pero es sin duda un primer paso.

Uno de los primeros modelos de este tipo lo creó el Instituto Tecnológico de Massachusetts (Estados Unidos) (MIT, por sus siglas en inglés), fabricando lo que ellos han definido como Digital Construction Platform (Plataforma Digital de Construcción). El robot que se vale de esta tecnología consta de varios brazos que siguiendo un sistema de guía láser y la impresión 3D, puede construir una casa completa con un diámetro de 15 metros y una altura de 3,6 metros, en unas 14 horas.

También es muy conocido el robot constructor Hadrian X, que es una especie de camión-robot capaz de apilar ladrillos, lo que ayudaría a automatizar el proceso de construcción de los edificios. Los expertos aseguran que todavía este tipo de robots tienen que perfeccionarse mucho. Se están trabajando en diversos prototipos, pero todavía existen algunas deficiencias técnicas que salvar, como los relativos a los materiales, entre otros.