Leire Galceran
Leire Galceran es redactora especializada en temas de tecnología y consumo.
… saber más sobre el autorEstamos acostumbrados a no separarnos nunca de nuestros teléfonos móviles. Pasamos el día conectados con el mundo a través de Internet y, por la noche, también nos arrebata muchas horas de sueño.
Estar expuestos a dispositivos electrónicos que emiten luz azul durante las horas nocturnas puede dificultar conciliar el sueño y la falta de sueño puede suponer graves problemas para nuestra salud, como enfermedades neurológicas y metabólicas. Además, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), reducir solamente una hora de sueño puede dificultar la concentración, facilitar la toma de decisiones incorrectas y la asunción de riesgos.
Fotografía: Big Stock
Lo que deberíamos hacer cuando se acerque la hora de acostarnos es dejar el teléfono móvil apartado y apagado, y así evitar cualquier tentación de conectarnos. De esta manera, podríamos incluir tareas más favorables para nuestra rutina nocturna como, por ejemplo, leer un buen libro.
Sin embargo, aunque seamos conscientes de que está mal, muchos de nosotros hemos desarrollado una móvildependencia muy fuerte y difícil de revertir.
La adición al móvil y permanecer siempre conectados nos crea la necesidad de tener el teléfono lo más cerca posible, incluso cuando dormimos. Si este es tú caso y no estás dispuesto a dejar el teléfono lejos de ti, lo más recomendable sería dejar el móvil en una mesita al lado de la cama y nunca debajo de la almohada.
Es habitual aprovechar la noche para cargar la batería de nuestro teléfono y así tenerlo preparado para el día siguiente. Debemos tener en cuenta que, cuando vayamos a cargar nuestros dispositivos, debemos elegir zonas con ventilación. Y, claramente, debajo de la almohada no es un sitio ventilado ni en el que fluya el oxígeno con normalidad.
Los dispositivos electrónicos tampoco deben estar expuestos a temperaturas extremadamente altas ni tampoco bajas, ya que sus componentes pueden dejar de funcionar. Nuestro teléfono móvil puede alcanzar temperaturas muy altas si decidimos mantenerlo debajo de la almohada mientras carga su batería.
Por ello, cargar nuestro móvil debajo de la almohada durante un periodo tiempo prolongado, puede llegar a apagar nuestro teléfono repentinamente o provocar efectos más devastadores cómo quemar la almohada o los cables de carga. Así, para evitar poner en riesgo nuestra salud, debemos procurar cargar el móvil en un lugar ventilado y alejado de ciertos materiales que puedan arder con facilidad como el papel. Además, también sería recomendable comprobar que nuestros accesorios de carga están en buen estado para evitar posibles problemas por sobretensión.