Manuela Martín
Tecnología
Derecho a reparar: la ley que garantiza el arreglo durante 10 años
Las empresas deberán asegurar que los electrodomésticos se puedan reparar hasta por 10 años
Los electrodomésticos El derecho a reparar garantiza que los El "derecho a reparar" se impone en la Unión Europea: tu tele o tu frigorífico deberían durarte al menos 10 años
Aunque la vida media de una nevera ronda los 12 años de vida, hay algunas marcas que solo llegan a los 8. Por su parte, un televisor cuyo uso ronde las 8 horas diarias debería funcionar sin problemas 10 años. Sin embargo, en muchos casos, esos electrodomésticos y dispositivos se estropean antes de alcanzar su máximo de vida útil y el problema está, en que repararlo supone toda una encrucijada. Si tu electrodoméstico o aparato electrónico se ha estropeado antes de alcanzar su vida útil, tienes el derecho a repararlo y deberías hacerlo para frenar la huella ambiental.
A la hora de reparar un electrodoméstico o un aparato electrónico debemos valorar el coste del arreglo o la compra de uno nuevo, especialmente si estos se encuentran en sus últimos años de vida. Sin embargo, en el caso de que decidamos arreglarlos, en muchas ocasiones se convierten en una misión imposible porque los fabricantes ponen mil y una dificultad para lograr con éxito esta tarea. Necesitamos manuales, herramientas y componentes a los que solo tienen acceso los servicios técnicos oficiales y autorizados.
Para acabar con esta problemática, el Parlamento Europeo aprobó recientemente una ley que ha entrado en vigor este mes de marzo centrada en el ‘derecho a reparar’ con la que se pretende aumentar la vida útil de los dispositivos electrónicos, logrando así un menos impacto medioambiental, a la vez que permite a los usuarios ahorrarse el dinero al poder arreglarlo, en lugar de comprar un electrodoméstico nuevo si así lo consideran.
Ahora, las empresas de electrodomésticos europeas deberán asegurar que esos se puedan reparar hasta por 10 años, reduciendo así la huella ambiental y haciendo los productos más duraderos y energéticamente eficientes.
Esta ley obliga a los fabricantes a ofrecer productos electrónicos que se puedan reparar de forma accesible por los usuarios, sin requerir herramientas demasiado especiales, así como a entregar los manuales sobre cómo realizar esas reparaciones. Los fabricantes tendrán que asegurarse de que las piezas estén disponibles durante un máximo de una década, facilitando a aquellos usuarios que quieran reparar sus electrodomésticos el poder hacerlo sin necesidad de cambiarlos porque no encuentran una pieza.
No obstante, hay aparatos electrónicos que, aunque tengamos el manual, requerirán de un técnico especialista o un verdadero manitas para arreglarlos. Eso sí, al menos con esta ley, se nos facilita el proceso de reparación y se nos da la opción de intentarlo sin tener que comprar uno nuevo cuando aún le queden años de vida útil.
Con esta ley se pretende reducir por lo tanto la generación de residuos eléctricos los cuales se calculan que alcanzan los 16kg por cada ciudadano europeo al año.