Carolina Madroñal Machero
Tecnología
Descubre el JOMO, la desconexión voluntaria digital para cuidar tu bienestar
Sanitas ofrece un enfoque que garantiza aumentar la salud mental
Ante el conocido como 'Fear of Missing Out' (FOMO) o miedo a perderse momentos, que hace que muchas personas sientan la necesidad de estar constantemente conectadas digitalmente, surge el JOMO, o 'Joy of Missing Out'. 'La alegría de perderse las cosas' impulsa la idea de valorar el tiempo para uno mismo, centrarse en el presente y eliminar las exigencias externas.
La experta Carla Álvarez Llaneza, psicóloga de Blua de Sanitas destaca que la desconexión voluntaria tiene efectos positivos en la salud mental. "Cuando elegimos conscientemente alejarnos del ruido digital y de las exigencias sociales, nuestro cerebro experimenta una reducción en los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y aumenta la producción de serotonina, lo que mejora nuestro estado de ánimo", especifica.
Los expertos de Sanitas, ante los descubrimientos de que practicar este enfoque fomenta el autocuidado, disminuye la ansiedad y favorece la introspección, autoconocimiento y creatividad, han elaborado un listado de distintas estrategias mediante las que adoptar este estilo de vida.
Límites digitales y atención plena
En primer lugar, es recomendable asignar momentos específicos del día para imponer una desconexión absoluta de los dispositivos electrónicos. Para ello, se puede establecer o bien una "zona libre de tecnología" en el hogar o un "horario digital" fuera del trabajo.
También se recomienda practicar la atención plena mediante la realización de actividades como la meditación, yoga o caminar al aire libre. . Así, nos acostumbraremos a disfrutar el momento sin distracciones, y centrarnos en el presente. Otra recomendación es "abrazar el silencio y la desconexión", que consiste en aprender a disfrutar de la propia compañía, reforzando el autodescubrimiento del individuo y fomentando la autoestima y la seguridad en uno mismo.
Otro punto clave es prender a identificar prioridades, para conocer que actividades e interacciones aportan verdadero valor al individuo. Se impulsa rechazar eventos o compromisos que no enriquecen a la persona, y reservar tiempo para lo que cada persona considere realmente importante.
Parte de establecer nuevas prioridades es fomentar las relaciones con las personas más cercanas. Las conexiones profundas tienden a generar mayor satisfacción que las interacciones superficiales, y se recomienda impulsar el tiempo de calidad.
"La presión constante por estar al día con todo lo que ocurre, ya sea en redes sociales, eventos o actividades, puede generar altos niveles de ansiedad, fatiga emocional y un sentimiento continuo de insatisfacción. En cambio, abrazar este nuevo enfoque centrado en la calma y en la toma de decisiones conscientes permite priorizar nuestras necesidades personales y desarrollar una relación más saludable con el tiempo y la tecnología. Esta manera de gestionar los compromisos sociales permite reequilibrar la balanza, devolviéndonos el control sobre cómo queremos invertir nuestra energía y tiempo", finaliza Carla Álvarez.