¿Qué elijo: tablet o móvil?

La tecnología ya no es un a opción, es una obligación. Ha llegado a todos los rincones de nuestra vida y ha mejorado en muchas ocasiones los productos y servicios que tenemos. Una de estas pruebas la encontramos en los aparatos que se han vuelto indispensables en el día a día: los teléfonos móviles. Y es que si primero eran los ordenadores quienes cambiaron nuestro trabajo y la forma en la que pasábamos nuestro tiempo libre, los teléfonos han sido la forma de tenerlos siempre en nuestro bolsillo.

Hay un punto intermedio entre un ordenador y un smartphone, son las tablets o tabletas. Se tratan de pantallas táctiles que, gracias a su conexión a internet y su formato permiten realizar funciones como si fueran un ordenador portátil, al mismo tiempo que tienen características como si fuera un teléfono móvil.

Sabiendo esto, ¿qué es mejor? Hay varios factores a analizar, pero será nuestra habilidad con la tecnología, los que determinarán cuál elegir.

Lo primero, hay que indicar que la norma por la que las personas mayores controlan menos la tecnología no siempre es cierta en todos los casos. Frente a ello también varía el tiempo que hayamos estado más o menos en contacto con los nuevos avances, de modo que los controlaremos más.

Por todo ello, el teléfono móvil es más apropiado a quienes se desenvuelven bien. Estos aparatos tienen unas pantallas más pequeñas que las tablets, lo que obliga al uso de gafas o a tener que poner el tamaño de todas las letras al máximo (una acción que es difícil de realizar si se es un principiante).

La capacidad de ambos aparatos es similar, la única diferencia es que los teléfono móviles pueden realizar llamadas, mientras que las tablets necesitan de aplicaciones como Skype o Zoom para realizarlas, además de que su menor tamaño permite llevarlos encima.

En cambio, las tablets serían más apropiadas para las personas mayores que no estén acostumbradas a utilizar aparatos electrónicos ya que sus pantallas son más grandes, de mayor calidad y permiten tener en un primer vistazo las utilidades que se les vaya a dar: realizar videollamadas, leer las noticias/libros o jugar a pasatiempos.  

Poco a poco, las personas mayores se han ido incorporando al uso de la tecnología y, a su ritmo, se han convertido en usuarios activos de aplicaciones de mensajería, navegación web e incluso juegos que les ayudan a estar en contacto con los suyos o a ejercitar sus habilidades cognitivas.

Sabiendo esto, ahora queda en manos de las compradores hacer autocrítica y ver si la tecnología es un esfuerzo o podemos domarla facilmente.