Reducir brecha digital sigue siendo una de las grandes tareas pendientes de empresas y administraciones. Y es que los servicios y prestaciones que ofrecen no siempre llegan en igualdad de condiciones al conjunto de la población, puesto que, tal y como demostró el movimiento encabezado por Carlos San Juan contra la exclusión financiera, la tecnología y los procesos informáticos han evolucionado a tanta velocidad, que han terminado dejando atrás a una parte de los mayores –muchos de los cuales no recibieron ningún tipo de formación–. 65YMÁS ha conversado sobre este tema con Lucía Velasco, directora del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (@ONTSI), un organismo que forma parte del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
PREGUNTA - ¿Cómo ha evolucionado el uso de las tecnologías por parte de la población mayor de 65 años en los últimos años? ¿Hay una tendencia clara?
RESPUESTA - Ha habido una evolución espectacular con respecto a antes de la pandemia. Aunque no tenemos todos los datos que nos gustaría, sabemos que los mayores de 65 se conectan mucho más a Internet. Según datos de la Comisión Europea, en nuestro país el porcentaje de conexión creció más de 20 puntos entre 2018 y 2020, hasta llegar a un 70% de personas de entre 65 y 74 años. También se ha conseguido reducir en 20 puntos la brecha de conexión durante el mismo período con respecto a los grupos más jóvenes.
Es precisamente este motivo por el que han mejorado las competencias digitales de los mayores. Todos han tenido que aprender a hacer videollamadas con el móvil para ver a sus familias o incluso para recibir asistencia médica. Sabemos que el porcentaje de personas de entre 65 y 74 años que usan Internet para realizar videollamadas ha aumentado hasta un 65% desde el inicio de la pandemia.
Hay más buenas noticias como que cada vez más personas que superan los 74 años se animan a usar las tecnologías. Hemos visto que uno de cada cuatro utiliza la mensajería instantánea, por ejemplo.
P.- ¿Hay ciertos grupos de edad –dentro de los mayores– donde la brecha digital sea mucho mayor?
R.- Hay una relación inversa entre la edad y el uso de la tecnología, cuánto más mayor es la población, menos tiende a emplear estas herramientas. Sin embargo, vemos que incluso dentro del grupo de mayores de 65 hay diferencias muy claras según el nivel de estudios y perfil socioeconómico de las personas.
No tiene la misma relación con la tecnología una persona mayor con estudios básicos y renta mínima, que otra con un título universitario y rentas más altas. También hay que destacar que, a más edad, hay más diferencia de género en el uso de Internet. Son aspectos que se deben tener en cuenta para que en el proceso de digitalización no dejemos a nadie atrás.
P.- Según el primer Observatorio Sénior de 65YMÁS –una encuesta online sobre las preocupaciones de los mayores realizada por este diario en el que han participado 6.368 personas–, los principales retos en materia de digitalización en opinión de este colectivo son el desarrollo de la ciberseguridad, la protección de datos y la reducción de la brecha digital. ¿Coincide con lo que ustedes han podido observar desde su organismo?
R.- Coincido plenamente, estamos de acuerdo en que los retos de una sociedad digital tienen que ver con la ciberseguridad y la protección de datos. Es cierto que los mayores saben comunicarse e informarse a través de Internet, pero debemos darles las herramientas para que aprendan sobre sus peligros para que sean capaces de evitarlos. Por eso, son necesarias las políticas públicas de ciberseguridad y competencias digitales que se están poniendo en marcha a través del Plan de Recuperación y la Agenda Digital del Gobierno.
Otro tema fundamental para alcanzar esa evolución inclusiva son los programas en colaboración con asociaciones y grupos de la tercera edad. Gracias a ellos se conocen necesidades que no se habían detectado antes sobre las que se puede comenzar a trabajar, como es el caso de la encuesta que han realizado entre sus lectores.
P.- ¿Qué debe hacer el sector tecnológico para reducir la brecha digital?
R.- Ciertamente la brecha sigue siendo importante. Una parte de lo que tiene que hacer el sector ya lo está haciendo, que es integrar la experiencia del usuario en el diseño de programas y aplicaciones para que no resulten una barrera añadida. Eso ya está ocurriendo, los móviles son más fáciles de usar, cada vez hay más interfaces con un diseño intuitivo, etc.
El segundo paso, que no solo debe dar el sector tecnológico, sino todos los servicios en Internet, es ofrecer un diseño personalizado para las personas mayores. Hablamos de un grupo con unas necesidades diferentes al resto de la población que tienen que encontrar unos servicios que respondan a ellas.
P.- ¿Qué acciones o medidas son indispensables tomar desde el sector público?
R.- Evidentemente, lo primero es ayudar a que los mayores tengan seguridad en Internet. El Plan Nacional de Competencias Digitales contempla crear una red de centros de capacitación digital donde se impartan cursos de formación y otras acciones encaminadas a las necesidades básicas de los mayores. También estamos impulsando la creación de servicios adaptados con mayor usabilidad para facilitar su acceso.
Sobre el autor:
Pablo Recio
Pablo Recio es periodista especializado en salud y dependencia, es graduado en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid y comenzó su carrera profesional en el diario El Mundo cubriendo información cultural y económica.
Además, fue cofundador de la radio online Irradiando y cuenta con un máster en Gobernanza y Derechos Humanos por la Universidad Autónoma de Madrid y otro en Periodismo por el CEU San Pablo/Unidad Editorial.