Toni Esteve
Tecnología
Enviar correos electrónicos puede contaminar tanto como conducir un coche
Enviar 20 emails al día durante un año contamina como conducir 1.000 km en coche, según un estudio
Los procesos necesarios para crear y mantener el mundo digitalizado en el que vivimos hoy no son en absoluto neutros con el planeta en términos de contaminación. Al pie de muchos correos electrónicos que recibimos podemos leer un mensaje que nos invita a pensárnoslo dos veces (por el bien del medio ambiente) antes de imprimir el email. Y es que el consumo de papel se ha demonizado en los últimos años. Pero estudios recientes demuestran que enviar 20 emails al día durante un año contamina tanto como conducir 1.000 kilómetros en coche.
En concreto, según un estudio de la Agencia Francesa del Medio Ambiente (ADEME) un email de 1 MB emite unos 19 gramos de CO2, y si ese correo lleva algún archivo adjunto, equivaldría a dejar encendida una bombilla un hora entera. Se calcula que cada día se envían unos 280.000 millones de emails en el mundo, lo que significaría que cada año el uso del correo electrónico genera tanto CO2 como tener siete millones de coches más en las carreteras.
El caso es que cuando hablamos de algo digital, pensamos en algo intangible. Nada más lejos de la realidad: para que nuestros correos electrónicos o nuestros mensajes en WhatsApp o en las redes sociales viajen de una punta a otra del mundo se necesitan infraestructuras físicas descomunales: miles y miles de kilómetros de cables, gigantescos centros de datos que almacenan ingentes cantidades de servidores que necesitan una gran energía no solo para funcionar, sino también para poder refrigerarse. De hecho se ha calculado que si Internet fuera un país, sería el tercer consumidor de electricidad, solo superado por China y Estados Unidos.
Videos a la carta y pornografía
Además, toda esta infraestructura, por supuesto, permanece en funcionamiento las 24 horas del día los 7 días de la semana, ya que siempre tiene que estar disponible para que puedas acceder a tus imágenes, textos, archivos de audio, vídeos, etcétera. Por ejemplo, según datos de la ADEME, The Shift Project y Greenpeace, tener disponibles los vídeos en línea representa el 1% de las emisiones mundiales de gas de efecto invernadero (30 millones de toneladas de CO2, tanto como las que generaba España con datos disponibles en 2019). En este sentido, el video a la carta (Netflix, Amazon Prime, etc.) con un 34%, la pornografía (27%) y el video en streaming (YouTube) con el 21%, son las principales fuentes de contaminación.
Por supuesto, la fabricación de todos los dispositivos electrónicos personales que necesitamos para que nuestro mundo digital funcione también dejan en el planeta una huella física. Así, para fabricar una computador se necesitan 240 kilos de combustibles fósiles, 22 de productos químicos y 1,5 toneladas de agua.