Eva Stories, la cuenta de Instagram que narra la vida de una niña judía durante el Holocausto

Eva Hayman es una de las millones de víctimas que dejó tras de sí el Holocausto y el terrible yugo del nazismo. Sin embargo, su historia ha conseguido cautivar a propios y extraños a través de un formato hasta ahora inexplorado por dicha temática: Instagram Stories. Dos épocas totalmente opuestas unen ahora sus fuerzas para acercar al mundo la vida de la Anna Frank húngara, una niña de apenas 13 años que también decidió narrar en un diario sus vivencias, hasta que fue deportada a Auschwitz en la década de 1940.

Eva Stories (@eva.stories) es el nombre del perfil que ya cuenta con casi dos millones de seguidores y más de tres millones de visualizaciones. Una visión en primera persona de los horrores del período más oscuro de nuestra historia, un proyecto desarrollado por el magnate Mati Kochavi y su hija Maya con motivo del Día del Recuerdo del Holocausto en Israel.

¿Qué pasaría si Instagram hubiera existido durante el Holocausto?

A través de esta “película” dividida en pequeños fragmentos de unos segundos de duración, todos ellos disponibles en la sección de stories destacados del perfil @eva.stories, Kochavi, miembro de una familia de supervivientes del Holocausto, tiene como objetivo preservar la memoria de aquellos que fallecieron durante la gran matanza, sobre todo entre los más jóvenes. Y es que una encuesta elaborada en 2018 por Schoen Consulting dejó en evidencia que dos tercios de los millennials estadounidenses no sabían qué era Auschwitz ni los crímenes que allí se cometieron. De ahí la decisión de aprovechar esta plataforma para rendir tan sentido homenaje.

Pero, ¿qué podemos ver en los stories de Eva Hayman? Siguiendo las propias entradas de su diario personal, este perfil ficticio de Instagram muestra los tres últimos meses de vida de la pequeña: su idílica infancia rodeada de amigos y familiares, la llegada del ejército alemán a su ciudad natal e incluso el momento en el que es separada de sus padres para asegurar su supervivencia. Un duro y conmovedor relato que finaliza un mes de junio con la llegada al campo de concentración, donde moriría después en una cámara de gas.

A pesar de las críticas que este proyecto ha recibido, algunos lo tildan de insensible y ofensivo, sus creadores han cuidado hasta el más mínimo detalle. De hecho, en su producción han trabajo más de 400 personas y se han invertido más de cuatro millones de euros. Todo ello para un total de 70 vídeos de entre tres segundos y tres minutos de duración.