Toni Esteve
Tecnología
Firmar en el móvil del repartidor o en la Tablet del banco: ¿tiene la misma validez?
A veces firmamos en un pequeño recuadro de una pantalla, donde solo vemos algunos datos
El uso de la nuevas tecnologías y la mayor concienciación de las empresas para hacer sostenible su actividad han convertido en habitual la tendencia a reducir costes de impresión y de almacenamiento del papel físico. Así, hoy es frecuente que cuando recibimos un paquete en casa o lo vamos a recoger a Correos, por ejemplo, nos soliciten una firma en algún dispositivo digital. Pero ya lo es también que esa misma escena se repite en el interior de nuestra oficina bancaria, cuando vayamos a contratar cualquier producto. Pero, que no quede constancia en un papel no significa que esa firma no tenga la misma validez y que, por lo tanto, estemos aceptando las consecuencias de nuestros actos.
Si se trata de un préstamo personal, por ejemplo, quien lo solicita pone de garantía la totalidad de sus bienes presentes y futuros. Ante una situación de impago la entidad podría conseguir que un juez embargue estos bienes, que incluyen la vivienda, el coche, las cuentas bancarias e incluso parte de la nómina o pensión, etc. – todo lo necesario para saldar la deuda. Por este motivo, cuando contratas un préstamo (o abres una cuenta bancaria) siempre debes leer bien lo que vas a firmar. Pero parece que si nos lo entregan en papel nos lo tomamos más en serio e intentamos leer todo lo que nos ponen por escrito, mientras que si nos ponen delante un dispositivo electrónico nos puede dar más pereza o nos podemos sentir más inseguros al hacerlo.
En este sentido, el Banco de España (@BancoDeEspana) expone que “en ocasiones, en el banco te han podido decir que firmes en un soporte digital en el que tú apenas percibes algunos datos y un recuadro pequeño para que estampes tu rúbrica, pero no puedes ver todo el documento en cuestión”. Con todo, el supervisor bancario nos recuerdan que debemos ser conscientes de que cuando firmamos en una tableta (o cualquier otro dispositivo) “estamos asumiendo las mismas responsabilidades que si lo hiciéramos sobre un papel”.
La prisa es mala consejera
No pagar una deuda supondrá que incluyan tus datos en los ficheros de morosos, consultados por todas las entidades de crédito, lo que dificultará o imposibilitará la obtención de financiación en el futuro. Según el Banco de España, lo más habitual (y lo correcto) es que previamente te muestren el contrato y te aclaren lo más destacado de su contenido. Pero “a veces no es así, bien sea por las prisas propias o por recortes del tiempo de atención a la clientela (…) En ocasiones, firmas en la tableta, la persona que te ha atendido va a la impresora y trae el documento ya suscrito por ti”.
Puede que lo que te estén mostrando en un dispositivo digital sea una información precontractual o un contrato de un préstamo que te compromete. Y aunque por normativa dispones de 14 días naturales desde la firma para desistir del préstamo sin ningún tipo de penalización, solo devolviendo el capital prestado más los intereses devengados hasta esa fecha, hay veces que, “con posterioridad, te puedes arrepentir de haber firmado cosas de las que no eras plenamente consciente”. Por eso desde el Banco de España recuerdan que “siempre que firmas en estos dispositivos adquieres la misma responsabilidad que si lo hicieras sobre un documento de papel. Actúa como siempre: exige el documento íntegro y pide toda la información necesaria para entender qué vas a firmar”.