Victoria Herrero
Tecnología
¿Por qué fracasó el Airbus A380? El avión de pasajeros más grande del mundo
Esta aeronave, con capacidad para más de 550 pasajeros, no ha resultado rentable económicamente
Era la gran promesa de la aviación comercial: el Airbus A380, el avión de pasajeros más grande del mundo. Sin embargo, han pasado más de 10 años desde que se puso en marcha su primer vuelo y ya es un fracaso. Así lo han admitido sus propios responsables que el pasado mes de febrero confirmaron lo que era un secreto a voces. Con esta noticia, la empresa europea Airbus dejará de fabricar más superjumbos de estas características y los modelos que se encuentran actualmente en fase de producción se entregarán en 2021. Serán los últimos.
Tiendas, bares y capacidad para 550 pasajeros
¿Qué ha pasado para que uno de los grandes hitos de la aviación civil actual no haya tenido éxito? El sueño del fabricante europeo supone un duro golpe para sus arcas –se cree que la inversión económica ronda los 25.000 millones de dólares– ya que este tipo de modelos no tienen cabida en el mercado actual de aviones de pasajeros. Pese a que en los primeros años hizo las delicias de potencias emergentes de Asia y Oriente Medio.
Con una ocupación mínima de más de medio millar de viajeros a bordo repartidos en dos pisos el Airbus A380 era como un hotel de lujo en lo alto del cielo. Desde suites de primera clase para pernoctar durante las largas travesías intercontinentales, pasando por bares, salones de belleza donde acicalarse previo aterrizaje o incluso tiendas de duty free.
Fin de los viajes
Sin embargo, parece ser que no era suficiente tal cantidad de servicios. Muchas de las compañías de aerolíneas habían mostrado su desencanto ya que con tanto espacio disponible no resultaba del todo rentable siempre y cuando no se ocuparan todos los asientos.
A esto se suma el hecho de la subida del coste de los carburantes y la preocupación por el medioambiente, lo que hicieron que se apostara por modelos de aviones menos monstruosos y más rentables. Con todo, la puntilla vino de una de las empresas más potentes, Emirates Airlines, y principal cliente de Airbus. La compañía decidió no comprar más aviones de este modelo al fabricante europeo. Finalizaba así el vuelo del Airbus A380.