Carlos Losada
Tecnología
Guía para comprar el teléfono móvil que realmente necesitas sin gastar de más
Estas son las especificaciones adecuadas para cada uno de los elementos del terminal
El teléfono móvil se ha convertido en un apéndice más de nuestros cuerpos. Es raro no ver a una persona pendiente de la pantalla en algún momento del día, pues, a fin de cuentas, es nuestro método de comunicación más utilizado, ya sea mediante mensajes, redes sociales o simplemente hablando al modo más tradicional.
Por eso, cuando tu terminal se estropea o llega el momento de cambiarlo por otro, resulta lógico que nos surjan dudas. ¿Qué tipo de teléfono necesito? ¿Cuánto me debo gastar? Si me gasto mucho, ¿realmente lo voy a utilizar como para que me resulte rentable? ¿Este que cuesta menos se me quedará corto para lo que suelo hacer? Preguntas como estas nos las hacemos antes de ir a la tienda o de pedirlo por Internet. Así que vamos a mostrar unos sencillos parámetros por los que guiarnos.
Saber qué necesitamos
Antes de nada debes pensar en cuáles son las principales funciones que utilizas de tu terminal. Si solo lo empleas para hablar y si cuando envías un mensaje lo haces por SMS, no es necesario que busques entre los mejores móviles del mercado. Uno básico que no sea smartphone te bastará. De hecho, si no vas a conectarte a Internet para utilizar aplicaciones como WhatsApp, no merecerá la pena que te gastes mucho dinero.
No obstante, las personas que aún optan por este tipo de teléfonos son muy pocas, con lo que pasemos al momento de elegir un smartphone. En este caso, también es importante saber para qué utilizas el terminal: si eres un amante de las fotografías, si te gusta jugar, si prefieres una pantalla grande para ver mejor, si necesitas que te dure mucho la batería, si sueles utilizar muchas aplicaciones a la vez…
La pantalla
Uno de los aspectos más importantes en el momento de elegir un teléfono es su pantalla. En este caso, lo más habitual es que esta sea de unas 6 pulgadas. La tendencia es ir hacia teléfonos de mayor tamaño donde disfrutar con comodidad de contenido multimedia (sobre todo vídeos) o incluso de juegos. Eso sí, cuanto mayor sea la pantalla, más energía consumirá y más hará bajar el nivel de la batería.
En cuanto a resolución, casi todos los modelos cuentan con pantallas de calidad, pero esta es mucho mayor si son QHD+. No obstante, los modelos OLED también ofrecen una estupenda calidad, al tiempo que proporcionan una gran eficiencia en el uso de la energía. En este sentido, debes tener en cuenta que no todo es la resolución, sino que es tanto o más importante el color y el brillo.
Cámara fotográfica
Relacionadas con la resolución de la pantalla tenemos las cámaras fotográficas que incorpora el teléfono. Estas se han convertido en uno de los grandes atractivos, pues nos permiten tomar instantáneas o grabar vídeos de calidad allí donde nos encontremos. Tal y como hemos apuntado, cuando elijas un teléfono basándote en su cámara, no solo te fijes en una gran resolución, pues casi todas la ofrecen ya, sino que presta atención a elementos como la óptica. Aquellos modelos que dispongan de lentes con f/1.5 hacen posible una mayor entrada de luz y la opción de hacer fotografías en momentos de escasa iluminación o cuando se requiere el flash.
En cambio, si no te interesa tener una cámara que sea especialmente notable, lo mejor será que no escojas un teléfono que sea más caro precisamente por la óptica de esta.
Batería
Cuando te decidas por un modelo, debes tener en cuenta la batería que porta, pues si la pantalla es muy grande y sueles utilizar numerosas aplicaciones, lo más probable es que la carga no te dure ni una jornada. Por lo tanto, asegúrate de que esté en consonancia con el resto de componentes. Lo más adecuado es que al menos tenga 3.700 mAh, aunque encontrarás buenos teléfonos con algunas de 4.000 mAh que te permitirán estar tranquilo a lo largo del día (sin miedo a que de repente se descargue).
Memoria RAM
Puede que no les des tanta importancia como a la pantalla, la cámara o la batería, ya que es algo más “intangible” o que no se ve a primera vista. Pero teniendo en cuenta el uso actual de los teléfonos móviles, resulta un elemento esencial para que usar estos terminales no se convierta en un suplicio.
Y es que la memoria RAM se encarga de proporcionar al smartphone la potencia que necesita para que funcione todo el software que contiene, incluidas las diferentes aplicaciones. Además, es clave para que todo funcione con agilidad y rapidez, permitiéndote ejecutar diversas apps a la vez sin que el proceso de pasar de una a otra se eternice. Por lo tanto, cuando vayas a comprar un teléfono móvil vigila que este tenga al menos 6 u 8 GB.
Memoria interna
Otro de los caballos de batalla que tenemos en nuestro uso diario del smartphone es la falta de memoria interna. No en pocas ocasiones nos encontramos con el aviso de que no se puede activar una u otra aplicación o de que no es posible abrir una imagen o hacer una fotografía pues no tenemos suficiente espacio. Por eso, si vas a emplear el teléfono para muchas funciones, no escatimes en memoria y que tenga 4 o 128 GB. La diferencia de precio entre ambas es patente, por lo que deberás decidirte por una u otra dependiendo del uso que le das a tu terminal.