NFC, qué es y para qué sirve

Hay una tecnología que está presente en nuestro día a día a unos niveles que hace un par de años no podríamos ni imaginar: en el móvil, el abono de transporte, la tarjeta de crédito o incluso en nuevo DNI. Se trata de la NFC, es decir, Near Field Communication o Comunicación de Campo Cercano.

Se trata de una tecnología inalámbrica que se basa en la proximidad de dos dispositivos para intercambiar datos. Y es que los aparatos tienen que estar muy cerca, casi tocándose para llevar este intercambio. Una información que puede ir de un terminal a otro y viceversa, o en una única dirección.

Esta tecnología como ya hemos dicho está presente en varias herramientas que utilizamos en el día a día, la más común, nuestro teléfono móvil.  Para saber si nuestro smartphone tiene esta tecnología, solamente debemos mirar la ficha del móvil o las opciones que se despliegan en el menú. Si no lo conseguimos, en nuestro teléfono Android deberemos ir a Ajustes > Conexiones inalámbricas y redes > NFC. En el caso de un iPhone no hará falta comprobar nada, ya que con el sistema operativo iOS 11 esta tecnología ya viene integrada. 

Una de las opciones más extendidas que permitan la unión de teléfono y NFC es la opción de pago. Con acercar el móvil a un datáfono podremos pagar cualquier producto, como si fuese una tarjeta de crédito. Para ello se necesitan tres cosas: que el terminal tenga NFC, una aplicación y un datáfono contactless. (En Google Play hay disponibles múltiples aplicaciones con las que podremos pagar: BBVA Wallet, Santander Wallet, Vodafone Wallet, CaixaBank Pay...).
Y es que, al igual que los móviles, nuestras tarjetas de crédito ya tienen NFC. Es la causante de que ahora acercándola a cualquier termina realicemos el pago, sin meter nuestro número PIN en compras inferiores a 20 euros.

Otra tarjeta que incluye tecnología NFC es nuestro abono de transporte. La mayoría de las ciudades españolas ya han actualiado esta forma de “picar” el billete, y algunas incluso ya permiten recargarlo desde nuestro smartphone.

Por último, esta tecnología también ha alcanzado a ago que nos define: nuestro DNI. Desde 2015 se pasó del DNI electrónica al 3.0. Un nuevo documento que, para mayor seguridad de los ciudadanos, es necesario un número PIN, con el que acceder a toda la información archivada. Con un lector NFC conectado al ordenador se puede utilizar esta información para llevar a cabo trámites administrativos relacionados con el Estado.